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Redacción central

Comideras no retroceden ante la presencia del virus

Comerciantes alteños no retroceden ante la presencia del coronavirus, quienes se dan modos para instalar sus puestos de venta en las ferias tradicionales de esta urbe ya que aseguran que no tienen otra forma de ganarse “la marraqueta del día” y entre ellos están las comideras.

Una de ellas es Marta Apaza, quien desde hace cinco años vende sabrosos platos de comida en la feria de los miércoles que se instala en la avenida Adrián Castillo del Distrito 6, de El Alto.

“Yo me vendo aquí hace cinco años, salimos porque tenemos wawas que nos piden pan todos los días. No podemos enfermarnos, porque tenemos hijos que mantener, por eso atendemos con medidas de seguridad a nuestros clientes”, dice la comidera mientras sirve afanosamente una sabrosa sajta.

“Nosotros les atendemos a la gente con mucho cariño e higiene, por eso utilizamos guantes y barbijos”, menciona la cocinera, en su puesto ubicado en la plaza Germán Busch que tiene parte del rostro cubierto por un barbijo.

Apaza cuenta que las ventas bajaron considerablemente por la presencia del coronavirus, eso le obliga a preparar lo justo para no echar a perder la comida que sobre después de la feria.

“Los miércoles son los únicos días que tenemos para vender, los sábados ya no podemos porque está prohibido salir por la cuarentena. La venta ha bajado mucho, antes me ganaba 300 bolivianos al día, pero ahora apenas logramos 150 bolivianos. Eso me preocupa mucho”, contó la comerciante mientras le agrega algo de llajwa a su sajtita.

La feria de los miércoles de la avenida Castillo comienza a las cinco de la madrugada, por ahora es hasta las 12.00 del mediodía porque antes era hasta que el sol se pierda.

La feria no perdió su espíritu, se caracteriza porque en el lugar donde abunda la comida y la gente puede encontrar ahí desde las salteñas, rellenos de papa, chicharrón de pollo y cerdo, caldo de pescado y otros. Sus precios comienzan desde los 5 bolivianos, pero hay platos que vales 30 bolivianos y eso ya depende del cliente y el bolsillo de los comensales.

PARA LLEVAR

Por ahora, son pocos los que se quedan para degustar los riquísimos platos que cocina doña Martha Apaza, ya que la gran mayoría pide “para llevar” y parece que la gente prefiere comer en sus casas. “Ahora la mayoría pide para llevar, nosotros se lo preparamos, pocos se quedan a comer en los asientitos”, agrega la caserita.

Lo llamativo de la feria es que la mayoría de los vecinos usa barbijos, guantes, trajes de bioseguridad, mascarillas de plástico al interior de la feria y ellos aseguran que es la única forma de protegerse de la pandemia.

En Alto Lima, al menos hay seis ferias zonales y más de 10 barriales según datos de la Subalcaldía, de los cuales las más concurrida es la feria 16 de Julio por ser una de las más grandes y diversas del país que ahora no está funcionando.

Otras ferias conocidas son el Sajra K´aku que está a la altura de la UPEA, la Feria de Lunes en final Castillo, la Feria de Martes cerca al Colegio San José, la feria de miércoles y sábado en la avenida Castillo continúa funcionando.

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