“Phapi”, alimento ancestral a punto de desaparecer
María Mamani, instala su puesto de venta todas las noches a la plaza Ballivián, de la zona 16 de Julio, en el Distrito 6 de El Alto, donde ofrece “phapi” (charque de pescado) de ispi, pejerrey y trucha que ella misma prepara. Es un manjar ancestral que “poco a poco” ha ido desapareciendo.
“Con mi mamá traíamos phapi de Huatajata, Copacabana, Desaguadero y otras comunidades. Ahora ya no hay por eso yo lo preparo en mi casa y luego lo vendo a mis caseros”, explicó a El Alteño mientras colocaba dos pejerreyes con locoto en una bolsa de plástico.
Hace tan solo unos 10 años atrás se podía encontrar esa comida ancestral en varias partes de la urbe alteña y en la Garita de Lima de La Paz. Ahora, rara vez se puede hallar. Mamani sale casi todas las noches desde las 18.00 hasta las 21.00. Algunas veces sólo logra conseguir Bs 50 y lo que no vende, lo guarda para el día siguiente, porque ese alimento aguanta más de un mes almacenado.
“Ya no me compran como antes, los jóvenes de hoy no conocen, prefieren salchipapas. Este alimento es más sano, pero no conocen. Solo a mis caseros son los que me compran y comen con pan de Laja”, agregó.
HISTORIA
“El phapi es una comida prehispánica, desde antes de que los españoles pisaran suelo americano”, así lo confirmó el historiador de La Paz, Randy Chávez, en entrevista con El Alteño.
“Es un alimento quechua e inca. En el lago Titicaca tenían criaderos de isphi. Ese pescado transportaba y era alimento de los chasquis que lo cargaban en sus atados. Ellos llevaban charque de pescado, de carne y maíz seco para sus largos viajes. Los nobles incas también lo consumían”, contó.
Chávez reveló que recientemente se han encontrado momias en el “lago sagrado” que fueron enterradas con varios alimentos, entre ellos la coca y el charque de isphi.
EN PELIGRO
Por su parte, el biólogo y experto en vida acuática, Jaime Sarmiento, detalló que todas las especies de peces que habitan el lago Titicaca, están en peligro de extinción.
“Según las evaluaciones que hemos hecho para el Libro Rojo de los Vertebrados de Bolivia, todas las especies que están en el lago, están en peligro de extinción. Hay especies como el urumanto que ya nadie conoce y la boga, que era muy consumida en Semana Santa. Recién hace unos años se logró encontrar una pequeña población de boga. Ahora estamos luchando para que no desaparezca por completo”, aseveró.
La contaminación, la caza indiscriminada y la presencia de depredadores como la trucha y el pejerrey, también han mermado la población de isphis usados para el phapi.