Una cholita brilla en el mundo del estilismo y la moda
Una cholita brilla en el mundo del estilismo y la moda de los cortes de cabello ya que ellas hacia magia con sus manos y sus tijeras en el sector norte de la ciudad de El Alto donde tiene instalado su salón de peluquería que ahora es visitado por propios y extraños.
Ella es Victoria Paco Mamani, de 21 años y a su corta edad es experta estilista ya que la vida le dio el don de crear los mejores peinados y los pone a la moda en toda la urbe alteña.
Con su arte, ella demuestra que nada es imposible para las mujeres de polleras y sombrero ya que en los últimos tiempos ellas van rompiendo todo tipo de esquemas y se van imponen con sus iniciativas.
“Al principio nada fue fácil, tenía mucho miedo porque en este rubro la mayoría son hombres los peluqueros y también los que se hacen cortar el pelo. No era muy difícil, pero yo tenía un sueño de crear cosas nuevas con mis propias manos y aportar a mi familia y trabara por mis hijos”, explicó mientras manipula las tijeras con seguridad para cortar el pelo de uno de sus clientes que en ese momento es un cabello. Pero ya con su destreza no se hace problemas para hablar con El Alteño.
Para superar ese miedo, la nueva estilista encontró la fuerza que necesitaba en su familia, ya que es madre de dos gemelos de tres meses y sobre todo en sus padres que le decían “intenta nada se pierde”, “no tengas miedo todo se puede” y con el respaldo de su esposo, Leonel Apaza Callisaya, que también es estilista, logró inscribirse en una academia de moda y estilismo donde estudió más de dos años allá por el 2018 y ahora es la afamada estilista del sector norte de El Alto.
“No tenía modelos para practicar en mis clases, había mucha desconfianza de los jóvenes por soy mujer de pollera y sombrero, pero mi esposo que también es mi maestro me decía ‘córtame a mí el pelo no tengas miedo’ y ahí aprendí ser peluquera cortando sus cabellos”, dijo la entrevistada quien después comentó que “también tenía miedo de cortarme con las navajas y las tijeras las manos, pero tenía que superar ese miedo y lo logré”, cuenta la joven peluquera que ahora manipula sus instrumentos de trabajo sin dificultades.
PIEDRA EN EL CAMINO
Tras graduarse de técnico medio en estilismo, hubo otro factor que truncó la intensión de comenzar a caminar en el mundo del estilismo y fue la cuarentena por el coronavirus (Covid-19) que obligó a cerrar varios negocios y emprendimientos más de medio año.
“Tenía que comenzar a principios de este año 2020 a trabajar, pero por la cuarentena tuvimos que irnos al campo para cuidar nuestra salud, pero allá también seguí practicando con los vecinos que tenía curiosidad de hacerse cortar conmigo su cabello, practiqué mucho en mi pueblo y ahora ya estoy trabajando en El Alto”, cuenta la estilista con una sonrisa contagiaste.
Ahora, con todas las medidas de bioseguridad, desde su peluquería llamara Barberyarte la cholita realiza los mejores cortes a la moda y a pedido del cliente. “Mis clientes me piden todo tipo de cortes, como corte a navaja y tijeras, también realizo cortes a pedido del cliente, hace poco uno me pidió que dibuje una pelota de fútbol con su cabello y cuando terminé no paraba de mirarse en el espejo de lo que bien que me salió ese corte y me felicitó. También dibujo letras como las zetas (Z) y lo que pe pidan”, detalló.
Como trabaja en primera línea del Covid, lo primero que hizo es dotarse de material de bioseguridad para autoprotegerse. “Siempre desinfectamos nuestros instrumentos de peluquería, desinfectamos antes y después a nuestros clientes, atendemos con barbijo, alcohol en gel y guantes para que la población esté protegida”, resaltó la estilista.
Con mucho esfuerzo y de lunes a domingo con clientes que comienza en niños, jóvenes mujeres y adultos, trabaja Mamani junto a su esposo, en su propio salón de belleza, ubicado en la zona Bautista Saavedra, carretera a Copacabana en el Distrito 14 de El Alto.
Y para el 23 de marzo, por la fiesta de Navidad y por la acogida de la población alteña que resaltó el trabajo de Mamani, preparan un evento solidario para los niños alteños con cortes gratis.