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Redacción central

Coronavirus disciplina a choferes y pasajeros

La pandemia del coronavirus comienza a disciplinar a los choferes y pasajeros de la ciudad de El Alto quienes durante años se resistían a cumplir con las normas decorosas.

Ahora, el usuario que desee tomar el servicio de transporte público luciendo elementos de bioseguridad, debe cumplir con otras exigencias que durante años se resistió implementar como: “dejar de comer, escupir o fumar” dentro de los vehículos.

Una vez que los choferes volvieron a trabajar, implementaron un a serie de medidas de bioseguridad como la limpieza y desinfección constante de los vehículos, separar al chofer y los pasajeros con materiales no impregnables.

Al interior del vehículo sobran los mensajes de toma de conciencia como y prevención como; “El uso de barbijo es obligatorio”; “tome asiento en los lugares autorizados”; “desinféctese las manos”; “pague en moneda fraccionada” y los mensajes clásicos, “no fume”; “prohibido el consumo de alimentos” y “no escupa”.

BASURA DEL PASAJERO

Antes de la llegada del coronavirus, los vehículos generalmente se encontraban llenos de basura, sus cobertores de cuero rayados, los basureros llenos; el piso sucio e inundado de bolsas de golosinas, helados y todo lo que el pasajero botaba mientras viajaba.

En las noches no era novedad que los pasajeros subían a los minibuses comida en la mano como salchipapas, hamburguesas que impregnaban de olor toda la movilidad y esto se repetía en especial todos los fines de semana.

De yapa, algunos choferes no realizaban el servicio de aseo adecuado, y el usuario debía abordar y aguantar la suciedad y malos olores y cuando reclamaba, el chofer hacía caso omiso, ignoraba al pasajero o lo enfrentaba exclamando. “Si gusta puede bajarse”.

CAMBIO EXTREMO

Ahora los hábitos cambiaron notablemente, los vehículos de transporte público, aparte de estar en óptimas condiciones de limpieza ofrecen mayor comodidad, porque otra de las quejas siempre fue el reducido espacio que había.

“Ya no es como antes ahora, antes te tenías que meter en un asiento como ‘rasti’ (juego de piezas plásticas por encastre), y para el colmo, los hombres se sentaban con las piernas abiertas, empujándonos entre nosotros, además había otras personas que se sentaban a sus anchas, y nosotros en el espacio que quedaba, era realmente incómodo”, afirma un usuario.

La clásica discusión entre choferes y pasajeros también ha terminado, porque ahora ambos andan con barbijo y saben que no deben intercambian dialogo por temor a contagiarse y eso motiva que la gente ahora ande en paz.

“Los choferes quieran o no han mejorado su servicio, ahora son más limpios, más cómodos, ahora sí se podría justificar un incremento, lo malo es que siguen con los trameajes, después todo está bien”, comentó otro usuario.

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