Vecinos denuncian que súbditos venezolanos asaltan en la Ceja
Vecinos denuncian que subiditos venezolanos asaltan en las calles de la Ceja de El Alto, algunos de ellos operan armados y otros se hacen pasar de limosneros para luego sacar sus garras y cometer atracos.
Los extranjeros operan bajo la sombra de la noche, por lo general se concentran calles y avenidas aledañas a la plaza Juana Azurduy.
Entre sus víctimas están las mujeres, personas solas o en grupo, ebrios y distraídos a quienes los abordan, arrinconan y le quitaron sus pertenencias.
Tras el cometer el acto irregular los delincuentes se vuelven a reagrupar en la avenida Antofagasta como si nada hubiera pasado, identifican a sus siguientes víctimas, una pareja en estado de ebriedad a quien siguieron para atracarla.
En la ocasión, El Alteño alertó a un policía, cabo Florencio Valdez, que hacía su ronda de patrullaje por el sector, quien les hizo el seguimiento y el uniformado logró aprehender a uno de ellos entre forcejeos, mientras otro venezolano se daba a la fuga.
En el momento de la captura, el súbdito venezolano pedía que se lo trate con respeto, que, como todo ciudadano, gozaba de derechos, además adujo que no había hecho nada, sin embargo, en el forcejeó hizo caer un arma de fuego.
El presunto delincuente fue trasladado hasta las oficinas de la Fuerza Especial de Lucha contra el Crimen (FELCC), para la toma de sus declaraciones, sin embargo, por falta de denunciantes, se temía su liberación.
Al respecto, el cabo Valdez, recomendó a la ciudadanía, cumplir con las restricciones de circulación peatonal y de vehículos, ya que asegura que hay alto riesgo por la presencia de delincuentes que aprovechan el cierre de varias tiendas para cometer sus fechorías, y que operan armados, lo que hace presumir que, a la menor resistencia, podría suceder algo fatal.
TIERRA NADIE
En pasados días, El Alteño alertó de la escasa presencia de policías, funcionarios municipales y militares por las diferentes calles y avenidas de la ciudad de El Alto, que, en la noche, se convierten en lugares propicios para los delincuentes.
Los vecinos del lugar afirman que tienen miedo salir de sus casas, porque los “amigos de lo ajeno no tienen miedo y te agarran de frente”, sin embargo, hay personas que necesitan transportarse en la noche para llegar a sus fuentes laborales, sin tener el privilegio de quedarse en sus casas.
“Hay personas que trabajamos en la noche en las empresas distribuidoras de alimento, en los friales, no disponemos de movilidad particular o de la empresa, por lo tanto, nos exponemos al peligro de estos delincuentes”, afirmó un trabajador de una empresa distribuidora de carne.
Antes de la cuarentena, la concurrencia de gente brindaba un poco de confianza, pero ahora a partir de las 19.00 horas, poco a poco las calles y avenidas aledañas a la Ceja y la plaza Juana Azurduy, se convierte en lugares perfectos para delinquir, por lo que se recomienda, hacer caso de la cuarentena y respetar los horarios de circulación además que se tomen las previsiones necesarias para quienes trabajan en la noche.