Dos comerciantes encierran a sus hijos en un alojamiento
Cuatro menores de tres a ocho años, fueron encontrados encerrados en dos habitaciones de un alojamiento de Villa Dolores, llorando de hambre y miedo, informaron agentes de la Intendencia Municipal de El Alto.
Los niños lloraban de hambre, dos de ellos portaban sus documentos de identidad, en tanto que los otros dos menores, de siete y tres años no los tenían nada que los identifica.
Según la administradora del alojamiento, se trataría de los hijos de una pareja de comerciantes quienes trabajan en las calles de la Ceja y supuestamente ambos dejaron a sus hijos en el lugar por el peligro que hay en la calle.
Los progenitores no midieron las consecuencias porque en el lugar también encontraron personas adultas en estado de ebriedad y sin documentos de identidad.
Al respecto, el secretario municipal de Seguridad Ciudadana Dorian Ulloa, informó que los menores fueron encontrados en un operativo de intervención realizado en las zonas 12 de Octubre, Villa Dolores y la Ceja de El Alto.
“Los agentes de la Intendencia encontraron cuatro niños en dos habitaciones de un alojamiento, sin la supervisión de sus padres. La administradora menciona que los papás venden productos en la calle y los menores se quedaban en los cuartos”, dijo.
CLAUSURA
Tras el hallazgo, la Intendencia Municipal de El Alto procedió a la clausura del alojamiento, en tanto que los cuatro niños fueron remitidos a la Defensoría de la niñez y adolescencia.
“No se puede dejar menores en las habitaciones de alojamientos, menos aún, dejarlos sin alimentos, ni cuidados, es preocupante. Cuando ingresaron los guardias encontraron a los niños llorando de hambre y eso no puede suceder”, afirmó Ulloa.
Los padres fueron citados a la Defensoría del Menor para que expliquen la razones por las cuales dejaron a sus hijos en un alojamiento, además deben firmar un compromiso para que no vuelvan a poner en riesgo la integridad de sus hijos.
Por otro lado, autoridades de la Intendencia Municipal informaron que intervinieron al menos 20 alojamientos de la urbe alteña descubriendo varias irregularidades como la falta de higiene, consumo de alcohol, además de la presencia de personas sin sus cédulas de identidad.