Los Trabajadores en Salud radicalizan huelga de hambre
Los Trabajadores en Salud de El Alto, dependientes del Servicio Departamental de Salud (SEDES) La Paz, radicalizan sus medidas de presión. Hoy cumplen su séptimo día de huelga de hambre acompañados de sus hijos, en rechazo a los despidos de trabajadores y dirigentes; además, bloquearon en el peaje que conecta la urbe alteña con la ciudad de La Paz.
“Estoy en huelga de hambre con mi hija (de seis años) porque no tengo a quien dejarla. He suplicado que no me quiten mi empleo, pero no me han hecho caso. Salí de vacaciones el 17 de agosto, tenía 30 días, falleció mi papá y mi esposo por el covid”, afirmó una trabajadora afectada.
Abrazada de su hija que no se aleja de ella ni por un segundo, la ahora ex trabajadora del SEDES denuncia que fue despedida de su fuente laboral, cuando ella salió de vacaciones. Al volver, se enteró que ya no tenía empleo al igual que otros siete trabajadores y se sumó a la medida de presión.
“No tengo a quién dejar a mi hija, solo la tengo a ella. He trabajado 15 años en el SEDES, la Gobernación se está inventando un abandono de trabajo, pero tengo los papeles que desmienten eso. Están tratando de poner a su gente a costa de nosotros, los trabajadores”, agregó.
Hasta el momento de los 17 huelguistas, cuatro fueron dados de baja, en el séptimo día de medida de presión que cumplen en ambientes del Centro de Referencia Ambulatoria (CRA).
SÉPTIMO DÍA
A grito de “cuidado, Salud está emputado” y “Salud de pie, nunca de rodillas”, el sector advierte que en las próximas horas instalarán un segundo piquete de huelga de hambre.
“Nosotros estamos firmes en la lucha. No estamos en huelga, porque no queremos trabajar, estamos por defender nuestros puestos de empleo. En las próximas horas estamos instalando un segundo piquete de huelga de hambre”, denunció la secretaria de conflictos del SEDES de El Alto, Ana María Palacios.
La representante lamentó que, a pesar de que ellos expusieron sus vidas a la agresividad del Covid, las autoridades decidieron alejar a personas y dirigentes en salud. “Hemos comenzado con 17 personas, pero cuatro han sido dadas de baja. Nosotros hemos hecho frente a la pandemia del covid y por eso todos hemos quedado con secuelas. Los compañeros que salieron con baja también fueron afectados y salieron de la huelga con lágrimas de impotencia y dolor”, explicó.
Palacios denunció que no solo se despidió a personas en salud de la gestión de Félix Patzi, sino que también se despidió a trabajadores con más de 20 o 30 años de servicio en el SEDES.
“Han despedido a compañeros que tenían más de 20 o 30 años trabajando. Se está discriminando a los trabajadores. El Gobernador nos ha dicho de forma descarada que tienen que salir todos, para que él pueda meter a su gente sin importar la antigüedad y el fuero sindical”, lamentó”, reprochó.
A su turno, el primer secretario de relaciones de la Central Obrera Regional (COR) de El Alto, Zenón Álvarez, que se sumó a la medida de presión la semana pasada, denunció que se pisotean los derechos de los trabajadores y exigieron al gobernador Santos Quispe, que recapacite.
Álvarez acusó a la Gobernación de faltar a su palabra, cuando hace seis meses atrás, ya se tenía un acuerdo firmado. “Hace seis meses atrás quedamos en que ningún trabajador sería despedido, hicimos volver a los compañeros que fueron despedidos. Ahora, la Gobernación vuelve a faltar a su palabra y despide a madres, mujeres embarazadas y personas con discapacidad para poner a su gente”, reprochó.