Alcaldía refuerza lucha contra las trancaderas
Ante las interminables trancaderas y el perjuicio que se dan en las avenidas y calles de la Ceja, la Alcaldía de El Alto reforzó desde ayer el control contra las trancaderas, específicamente en la avenida Juan Pablo II, 6 de Marzo y Cruce a Viacha. Choferes y pasajeros denunciaron que tardan una o tres horas para salir del embotellamiento vehicular.
“La población ha expresado su molestia y por esa razón, desde hoy (ayer) estamos trabajando para reforzar nuestra lucha contra las trancaderas. Es un perjuicio y por eso vamos a reforzar el trabajo en las calles”, informó el secretario de Movilidad Urbana de la Alcaldía de El Alto, Reynaldo Cusi, en entrevista con El Alteño.
En un recorrido por tres puntos de la Ceja, se pudo evidenciar que hay mayor congestionamiento vehicular en “horas pico”.
“Uno de esos puntos es el Cruce a Viacha, donde se tarda casi una hora hasta llegar a la calle dos de la Ceja. Se ha desplegado personal policial con boletas de infracción, además, personal de la guardia edil ayudará en el control”, indicó.
En el caso de la Calle 1 y 2 del carril de ingreso a El Alto (altura de la COR y la Fejuve) y en el puente del Arquitecto, también se dispondrá de personal tránsito y municipal para descongestionar el sector.
“De manera autoritaria algunos transportistas se estacionan solamente era para el embarque de pasajeros, pero lo han vuelto parada. Desde mañana (hoy), la Policía procederá con boletas de infracción”, advirtió.
MOLESTIA
“Una hora y media y hasta tres horas nos tardamos en esta trancadera. Los pasajeros se bajan y prefieren caminar y nosotros nos quedamos sin pasajeros para llegar a nuestras paradas”, afirmó el dirigente del Sindicato 21 de Septiembre, Santiago Apaza, que junto con sus compañeros realizan el control de rutas en el puente de la Ceja, de la avenida Juan Pablo II.
Mientras que, en la Calle 1 y 2, en puertas de la COR y Fejuve de El Alto, se pudo evidenciar varias filas de motorizados que provocan “cuellos de botella” en ambos carriles. “Si o si hay que caminar por aquí, parece que el control solo es un rato, porque ahora la trancadera sigue igual. Los mismos choferes se solapan entre ellos”, reprochó don Jacinto Titirico, vecino alteño.