Pasar al contenido principal
Redacción central

Dos hermanos científicos fabrican “robots salvavidas”

A sus 25 y 23 años, los científicos paceños Iyyob Daniel Lima Lizárraga y Sarah Elizabeth Lima Lizárraga, desarrollan un proyecto de “robots salvavidas”. Ya en 2018 el Concejo Municipal de La Paz les confirió el reconocimiento “Emilio Villanueva Peñaranda” por sus aportes investigativos.

“Trabajamos en la construcción y fabricación de robots en miniatura salvavidas que tienen las característica de succionar los coágulos de sangre en la masa cerebral en menor tiempo y sin cirugías tradicionales, de cortar con sierra mecánica el hueso craneal como se suele realizar en unidades hospitalarias de neurocirugía”, explicó Daniel. Prevé que terminen el invento a finales de año.

Dijo que el prototipo está en la fase de prueba y que ven la manera de reducir el tamaño del robot con microcomponentes electrónicos porque ahora mide 30 por 40 centímetros. Comentó que aún analizan propuestas para entregar su proyecto a instituciones públicas o privadas. Entretanto, se sumaron a la lucha contra el Covid-19 y fabricaron mascarillas, dispensadores y mochilas de desinfección, acciones por las cuales recibieron reconocimiento de la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP).

EXCELENCIA

Salieron bachilleres por excelencia y se especializaron en inteligencia artificial, aplicada en la Robótica y Mecatrónica. Su primer invento fue el diseño, construcción y fabricación de un pequeño auto robótico con funcionamiento de haz de luz y son docentes de investigación y producción de objetos de impacto tecnológico, dictan clases de diseño, “circuitería” y automatización de insumos tecnológicos en el Centro Creativo de Ciencia y Tecnología (CICyT).

Es así que este año, Daniel se postuló para ser viceministro de Ciencia y Tecnología de Bolivia.

Con respecto a los proyectos a corto y largo plazo, Daniel hizo referencia al robot “salvavidas” como uno de los más destacados, además de potenciar los laboratorios y actualizar constantemente el plan de estudios del CCCyT, institución científica que tiene vínculos con empresas, industrias y universidades internacionales para el intercambio de conocimientos, en apoyo a niños, adolescentes y jóvenes de escasos recursos económicos.

“Ante el exceso de importación de insumos tecnológicos de otros países y la crisis de la ciencia en el país, la niñez y juventud boliviana debe afrontar con nuevos constructos creativos hasta lograr una sociedad potencial y fortificada en la esencia de la ciencia y tecnología con innovación permanente y debe ser capaz de dotar todo insumo tecnológico desde Bolivia hacia el mundo”, remarcó Daniel.

En Portada