Humérez admite que se contactaba con Evo
El caso respiradores se complica. Después de que el Gobierno, respaldado por un flujo de llamadas, expuso la tesis de que el caso sería una conspiración, uno de los principales implicados, el empresario Luis Fernando Humérez, salió a responder y dijo que esa versión es una “payasada” y, aunque admitió que tuvo contacto con Evo Morales, Andrónico Rodríguez y otros dirigentes del MAS, desafió a las autoridades a mostrar que también tuvo llamadas con actuales ministros que le pasa datos.
El jueves, el ministro de Gobierno, Arturo Murillo, aseveró que el caso respiradores no era de corrupción, sino de “conspiración”. Se sustentó en un informe presentado por la FELCC en el cual se establece que Humérez, desde enero a mayo, tuvo contactos con dirigentes del MAS.
Este viernes, Humérez reconoció que tuvo llamadas con Evo Morales, pero aseguró que su objetivo era hablar sobre la pacificación del país. También admitió que se contactó con Andrónico Rodríguez y Carlos Romero, a quienes calificó como amigos.
“Obviamente me he comunicado con el expresidente Morales. Hablábamos de cómo pacificar el país, para que no estén acusándonos de sedición y de terrorismo”, dijo el empresario.
“Las llamadas que tuve últimamente con mi amigo Andrónico, con Orlando Zurita (dirigente del MAS), con la señora Gobernadora, con Rímer Ágreda (también del MAS) era justamente los días de conflicto que se estaban viviendo en K’ara K’ara en Cochabamba y yo le he manifestado a ellos que hay la necesidad de pacificar”, agregó.
Respecto a Romero, el empresario dijo que como amigo se comunicó con él cuando estaba siendo cercado en su casa (enero de este año), para mandarle gente que le brinde alimentación, ropa y “algunas cosas”. “Nunca voy a dejar a un amigo, yo prefiero irme a la cárcel por mi ideología política por defender a mis amigos”, acotó.
Humérez sostuvo que la versión de la conspiración, expuesta por Murillo, es una “payasada”. “Pretender que las llamadas que yo hice con exautoridades y con amigos que yo tengo en la ciudad de Cochabamba y en otros lugares, pretender que esas llamadas hagan pensar que hubo un complot, una conspiración, ya me parece un insulto a la inteligencia del país del pueblo boliviano (…) Lo de ayer realmente es un insulto, una payasada que yo estoy seguro que el país y que Bolivia entera no se la cree”, criticó.