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Redacción central

Cinco especies de árboles purifican el oxígeno alteño

Los árboles, más allá de conectarnos con la naturaleza, cumplen un rol importante en la salud, que es el de purificar el aire y mitigar el cambio climático, así lo reconocen los floricultores de El Alto, quienes afirman que cinco especies son las que más absorben el dióxido de carbono y humo, que por estos días provienen de los incendios forestales.

Si bien en El Alto no existe un plan para forestar y reforestar las calles, avenidas y plazas de la ciudad, los floricultores afirman que el pino, eucalipto, palmera, queñua y la kiswara son los que mejor se adaptan al clima frío y seco del altiplano.

“En cuanto a la especie de los pinos están las radiatas se las puede plantar en las plazas y otros lugares abiertos, mientras que el pino limón necesita de más cuidado y debe estar en la sala, ambas tienen la capacidad de para purificar el aire, además que tienen una fuerte fragancia”, detalló el floricultor, Simón Quispe. 

Otra especie es la palmera, propia de tierras bajas y cálidas, pero con paciencia y cuidados lograron adaptarse a la altura y son resistentes al invierno, dijo el floricultor. “Cuando son pequeñas hay que cuidarlas como a los niños, luego cuando ya crecen y se fortalecen pueden estar en las plazas o dentro de las casas”.

El eucalipto es otro árbol muy adaptado al clima seco de El Alto, la floricultora, Juana Mamani, especificó que en muchas avenidas y plazas se encuentra la especie y es cotizada por la población porque además de limpiar el aire contaminado, sus hojas y ramas son usadas para elaborar ungüentos, aceites y otros productos para mejorar la salud.

La queñua y la kiswara son plantas nativas del altiplano y muy resistentes al clima seco y frígido, también son importantes para purificar el aire, además esta especie también tiene propiedades medicinales, por lo que es requerida por los naturistas.

El biólogo Marcelo Jauregui informó que un estudio internacional demostró la función crucial que tienen unos microorganismos presentes en las hojas de los árboles de retirar compuestos nitrogenados del aire. “El estudio demuestra que los árboles no sólo son excelentes absorbiendo dióxido de carbono, sino que desempeñan un papel sorprendente en la retención y transformación de otros contaminantes como los compuestos nitrogenados, de ahí la importancia para que todas las ciudades tengan un plan de forestación y reforestación”, declaró a El Alteño.

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