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Velan los restos del niño Luan Gomez, en Mayaya. Foto: Prensa Digital Mayaya

Globos blancos, velas encendidas y dolor acompañan el féretro de Luan en Mayaya

La cruz donde murió Jesús, un centenar de velas encendidas colocadas en el piso y globos blancos, custodian el féretro blanco donde Luan Gómez, niño de un año y medio que fue encontrado, luego de cinco días de búsqueda, a las orillas del río Kaka sobre unas rocas.

“Yo tenía la esperanza de encontrar vivo a mi bebé, decía: ya nos vemos a ver, ya estamos cerca, mi amor, ya vamos por vos; pero encontrarlo en esa situación a mi bebé realmente duele”, dijo Leslie Supa madre de Luan, luego que el médico de Instituto de Investigación Forense (IDIF) le extendiera el informe de que su hijo no murió ahogado, sino por golpes.

A las 18:30 aproximadamente del martes 13 de agosto, Leslie acudió a las redes sociales para denunciar que su hijo había desaparecido de la puerta de su casa, ubicado en la localidad de Mayaya, esta población pertenece al municipio de Teoponte en la provincia Larecaja, al norte de La Paz.

Mayaya es un pequeño poblado que hace un decenio estaba formado por chozas y se nutría de la siembra de arroz, pero la fiebre del oro lo convirtió en el centro de actividad de mineros que trajinan entre Caranavi y Guanay. La casa de Luan se encuentra a uno 100 metros de la orilla del río Kaka. 

Después de la denuncia de desaparición los efectivos del orden empezaron la búsqueda. Al día siguiente circuló una fotografía por redes sociales de una mujer agarrando a un niño con las mismas características de Luan, pero horas más tarde, desde la Policía informaron que no se trataba del niño desaparecido.

La fotografía de Luan, vestido con una polera blanca y pantalón azul, empezó a ser difundida por las diferentes plataformas de internet. La Policía examinó varias hipótesis, entre ellas que podría haber caído al río o ser víctima de una operación de trata y tráfico.

Esta última hipótesis fue descartada, entonces la búsqueda de Luan se intensificó por el río Kaka. El sábado, un lanchero dio el primer informe que el cuerpo de un niño se encontraba encima de unas rocas. Luego una mujer pidió que las autoridades se aproximen al lugar, ya que el niño estaba con la ropa, con la que los padres de Luan lo vistieron el martes.

El pequeño cuerpo de Luan fue trasladado al hospital de Clínicas en La Paz para que le realicen la autopsia legal y determinar la causa del deceso, el examen forense señala que no murió ahogado, sino por golpes.

“La Fiscalía puede dar una orden para que se pueda revisar las cámaras de seguridad, para saber qué realmente es lo que pasó con mi pequeño bebé. Que se dé con el asesino de mi hijo, me lo hicieron algo a mi bebé y esa idea nadie me quita (de la cabeza)”, dijo la madre del menor en medio de sollozos.

Cerca a las 21:00 llegó el féretro de Luan a Mayaya. La población, que se encontraban con globos blancos y velas encendidas, se concentró para recibir al niño. Se tiene previsto que este lunes sea enterrado en la misma localidad.

Créditos
Pamela Pomacahua Chambi

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