Atracadores sacaban fotos para evitar ser descubiertos
Tras la captura de los principales acusados del asesinato del sargento Oliver Mendoza en el Mirador de La Guardia, aparecen otras víctimas de la banda criminal al mando de Ovidio Robles.
Una de las víctimas es un hombre que suplicó a los atracadores para que no se lleven a su esposa y, pese a que luego los dejaron en libertad, los fotografiaron para advertirles con hacer daño a su familia si denunciaban el hecho ante la Policía.
Dos de los siete aprehendidos fueron identificados por esta víctima de atraco, entre ellos señaló a Ovidio Robles Palachay, de 25 años, por los tatuajes en sus brazos y su contextura física. El segundo es uno 'flaco', quien fue el que los fotografió luego de robarles sus pertenencias.
"No denuncié el atraco por miedo, porque el 'flaco' nos sacó fotos a mí, a mi esposa y a la moto. Nos hizo desbloquear el teléfono y vio que teníamos fotos de nuestros hijos pequeños; nos amenazaron, dijeron que, si hacíamos algo contra ellos, se iban a desquitar con mis hijos", relató el hombre que este jueves llegó hasta el juzgado del municipio de La Guardia, tras reconocer mediante las noticias a quienes los atracaron en el Mirador.
EL ATRACO
El atraco se perpetró el 28 de febrero de este año, a las 12:30, cuando ambos subieron en motocicleta al Mirador. Entonces llegaron dos sujetos a bordo de un vehículo y tomaron asiento detrás de ellos antes de acercarse para encañonarlos con un arma de fuego, golpearon al varón e intentaron secuestrar a la mujer.
La víctima suplicó que no se llevaran a su esposa porque tenían hijos pequeños, los delincuentes verificaron si era cierto, haciéndolos desbloquear su celular para ver las fotografías.
La víctima relató el momento de horror que vivieron con su esposa. Los dos antisociales se marcharon, llevándose los celulares de las víctimas. Estos dispositivos fueron exhibidos en sala de audiencias y reconocidos por la víctima.
Comentó que el día del asalto, los dos delincuentes vestían trajes camuflados, uno de ellos tenía el rostro cubierto y portaba armas de fuego. "Me tumbaron al suelo, me pateaban, me decían de todo; yo no podía hacer nada por miedo. Era la primera vez que subíamos al Mirador, nunca pensé que nos pase eso", señala la víctima.
Pidió a las autoridades que los integrantes de la banda criminal sean encarcelados para que nadie más sea víctima de atracos, robos y violaciones en el lugar.
DECLARACIÓN
El autor confeso del asesinato del sargento de la Policía Oliver Ramiro Mendoza Orias, brindó su declaración informativa, en una cámara Gesell, sobre lo ocurrido la madrugada del 4 de abril.
El sujeto aceptó, ante las autoridades policiales y del Ministerio Público, ser el autor de la muerte del uniformado y, en ese sentido, este jueves a las 08:00 horas se llevará a cabo su audiencia cautelar en el municipio de La Guardia.
Róger Mariaca, fiscal departamental de Santa Cruz, manifestó que el jueves se pedirá ante el juez de la causa que dicte una sentencia de 30 años de cárcel sin derecho a indulto en contra del acusado.
SU BANDA
Para la Policía, y según las denuncias colectadas, Robles montó una banda delictiva, que operaba en el Mirador de La Guardia, donde se convirtió en el terror del lugar turístico, dados los múltiples delitos que cometían, como asaltos y violaciones.
El fiscal señaló que se conocerá información de al menos, tres violaciones, relacionadas con Robles y su banda. Por este caso existen siete personas aprehendidas; tres de ellas aceptaron 15 años ,por delitos de complicidad en asesinato y otros. Las otras tres personas serán cauteladas; entre ellas hay dos mujeres que serán presentadas ante un juez.
ATRACADORES
El informe del comandante general de la Policía, mayor Álvaro Álvarez Griffiths, señala que Ovidio Robles Palachay, y sus cómplices estaban al acecho de las personas que llegaban hasta la zona del Mirador para asaltarlos.
El día del hecho, Ovidio Robles se acercó al vehículo de los uniformados y, al ver que estaban los tres efectivos, abrió fuego en contra del policía que estaba en su frente.