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Redacción central

La sequía del 2022 se va dejando serias secuelas

Como en ningún otro año, las comunidades de los cuatro distritos rurales del municipio de El Alto se vieron afectadas por el cambio climático que ocasionó la más dura de las sequías, dejándolos sin agua para sus ganados y cultivos a causa del rezago de las lluvias. 

En los últimos años ha sido frecuente ver a comuniarios de las provincias del departamento de La Paz, subir a los cerros para orar y pedir a Dios, que llueva; y este 2022 no fue la excepción en las poblaciones alteñas. El clamor también fue dirigido a las autoridades municipales, que al final respondieron con la entrega de cisternas con agua.

Autoridades originarias de los distritos 11 y 10 indicaron que las siembras de papa, oca, quinua, cebada, avena, alfalfa; además del ganado ovino, porcino y la producción de leche fueron afectadas por la sostenida sequía que asoló todo el altiplano paceño.

“La mitad de nuestra siembra se va para el comercio en las ciudades de La Paz y El Alto, mientras que la otra mitad llega a ser para el sustento de nuestras familias”, contó el ejecutivo de la Federación de Comunidades Originarias del Nuevo Milenio (Fescom), César Condori.

En el D-11 se cuantificó una pérdida 800 hectáreas de papa, debido a que la tierra es árida y las semillas se secan, principalmente cuando deja de llover. Uno de los pobladores del lugar dijo que ante la sequía decidió trasladar agua para humedecer la tierra, con pocos resultados.

AMENAZA

La época de siembra suele iniciar en octubre, porque era una costumbre que las lluvias lleguen en noviembre, y este año la fecha se respetó en las poblaciones alteñas para cultivar primero papa, ignorando la proximidad de una sequía.

El paso del tiempo confirmó que las lluvias se rezagarían más de lo debido, porque en noviembre no llovió y eso no solo generó alerta en las comunidades, sino también en las ciudades ya que las represas comenzaban a descender en su nivel.

De la tierra no brotó los pequeños arbustos de papa y la semilla se secaron bajo la misma, por el intenso sol y las altas temperaturas todo noviembre. La sequía dejó sin alimento a los ganados de llamas y vacas, como ovejas, y otras especies comestibles que se crían en las comunidades. Todo se secó y ni agua había para dar de beber a los animales, que muchos preñadas, en el caso de las hembras, terminaron abortando a las crías.

La reacción de la Alcaldía fue tardía, observaron los comunarios, ya que las primeras cisternas con el líquido elemento fueron entregadas recién en diciembre y una semana antes de que las lluvias cayeran por fin.

“De acuerdo al calendario agrícola, está la siembra de la papa, es la más afectada, también tenemos el cultivo de haba, arveja, oca, papalisa y otros productos en los cuatro distritos rurales; en ese sentido, estamos tomando acciones para poder paliar las afectaciones”, reconoció el director de Agropecuaria y Seguridad Alimentaria, Chairshiño Choque.

PERFORAN POZOS

La Alcaldía alteña terminó solicitando al Gobierno Nacional la perforación de pozos en puntos estratégicos del municipio para abastecer de agua a los distritos rurales donde la vocación productiva es agropecuaria y ganadera.

“Estamos mandando el proyecto al Ministerio de Medio Ambiente. Se tiene un fondo extraordinario para tener la atención en temas de sequía, no solo en El Alto, sino también a nivel nacional”, indicó la alcaldesa Eva Copa.

EMERGENCIA

Se identificaron las comunidades de Amachuma y Alto Milluni para cavar los pozos. También se pidió algunas modificaciones presupuestarias para invertir 4 millones de bolivianos.

Además enviaron otra nota a la Gobernación de La Paz para convocar a reunión del Comité de Operaciones de Emergencia, con el fin de atender las emergencias por sequias y prever las inundaciones en los 87 municipios paceños.

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