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Redacción central

Víctimas de Senkata cuentan su sufrimiento a la CIDH

Víctimas de Senkata de El Alto, cuentan su sufrimiento a los miembros de la comisión internacional que investigan la masacre ocurrida en noviembre del año pasado.

Los expertos del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), visitaron ayer la Iglesia de Senkata del Distrito 8 de El Alto, para recabar los testimonios de los familiares de los fallecidos, perseguidos y heridos en los hechos de violencia de noviembre de 2019.

“Los heridos de bala son más de 40 personas, el grupo de detenidos es más de 20 y los fallecidos llegan a 12. Hay madres y padres que perdieron a sus hijos, esposas que perdieron sus maridos, niños que quedaron huérfanos, hermanos y hermanas que perdieron a sus familiares todos por impacto de bala”, afirmó el activista alteño, David Inca, quien dio la bienvenida a los investigadores internacionales.

Inca, que también es el representante de Derechos Humanos en la urbe alteña, explicó que todas las familias se dividieron en tres grupos: el de los fallecidos; heridos y finalmente los detenidos quienes harán hicieron conocer el calvario que sufrieron a lo largo de un año de persecución por el gobierno de transición de Jeanine Añez.

La comisión de IDH, está compuesto por Julián Burger, Magdalena Correa, Juan Méndez, Patricia Tappatá Valdez, Marlon Weichert y Jaime Vidal que se repartieron en los tres grupos para escuchar las declaraciones de las víctimas y familiares.

TESTIMONIOS

Entre los relatos más dolorosos se encuentra el de un joven que observó los disparos por parte de los militares “vimos que estaban disparando a la gente, nos intentaron detener, tratamos de escapar y entraron a las casas armados, nos pegaron, no amenazaron si hablábamos en contra del gobierno de Añez”.

Otros de los relatos más tristes fue el de, un familiar de los detenidos que entre sollozos explicó que “nos agarraron a patadas, mi primo no estaba participando en las movilizaciones, pero los militares no nos hicieron caso, lo botaron al piso y nos pegaron a todos había gente mayor de edad y niños llorando en la calle, no respetaron nada. Se lo llevaron y lo acusaron injustamente”.

Alrededor de más de 100 personas esperaba exponer su caso ante la comisión de expertos, algunos portando las fotos de sus seres queridos, caídos por “impacto de bala”, otros aún con muletas debido a las agresiones que recibieron por los oficiales en los hechos de violencia.

Algunos de ellos no pudieron aguantar las lágrimas por volver a recordar esos tiempos de dolor, impotencia y luto. A pesar de eso, ahora ven una luz de esperanza y sobre todo, de “justicia”, en los representantes de la CIDH, que permanecerán en el país por el lapso de seis meses y recopilarán más testimonios trágicos en todo el país.

“Estamos empezando literalmente y la misión será de una duración de seis meses, a partir de ahora algunos de nosotros viniendo a visitar y otros del equipo permanente en Bolivia”, confirmó Julián Burger, representante al equipo de expertos.

La misión internacional arribó al país el lunes, para investigar todo lo que sucedió en los días de violencia en 2019, donde se registraron víctimas fatales cerca de la planta distribuidora de combustible de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), en Senkata.

El objetivo de la investigación es determinar con precisión quien es el culpable de la matanza que sucedió tras la renuncia de Evo Morales.

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