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Redacción central

Policía tenía 80% del cuerpo quemado; su padre pide justicia

Fabricio Reynoso, tenía el 80% de su cuerpo quemado, eso le provocó un paro cardíaco y la muerte, afirmaron sus familiares que exigen “justicia”. Los restos del oficial fueron velados ayer en la Academia Nacional de Policía (Anapol) de La Paz y luego trasladados hasta su última morada al Cementerio General.

La tarde del sábado se instaló el homenaje póstumo para Reynoso en dependencias de la Anapol, hasta donde llegó su familia. “Casi todo su cuerpo estaba quemado, me lo han pegado, me lo han quemado. Pedimos justicia, los que le hicieron esto a mi hermanito tienen que pagar”, afirmó un familiar.

“Lamentablemente le falló el corazón en la madrugada. No quiero recordar cómo estaba, no le aconsejo a nadie. Mi hijo estaba todo quemado”, contó el padre de la víctima, Max Reynoso, casi con un nudo en la garganta por la tragedia.

El angustiado progenitor también exigió “justicia” a gritos y pidió que las autoridades puedan dar con los autores del horrible hecho, aunque admitió que “eso no me devolverá a mi hijo”, dijo minutos después de enterrarlo. 

El oficial estaba a punto de cumplir 5 años en la institución, cuando fue afectado por el fuego ocasionado por unos dinamitazos de personas que pretendían ingresar a las minas de otra cooperativa rival.

VIOLENCIA

Ese caso se registró luego de los violentos enfrentamientos entre dos cooperativas mineras del municipio de Sorata, del departamento paceño, donde los mineros rivales usaron cachorros de dinamita y armas de fuego para causar terror en el sector.

Medios locales identificaron a las dos cooperativas San Mateo y Señor de Mayo, que se disputaban el territorio en el cantón Yani. Según el reporte, fueron cinco las personas que resultaron heridas y que fueron evacuadas en helicóptero de las Fuerzas Armadas (FFAA), luego de ser alcanzados por las llamas que arrasaron con todo a su paso en uno de los cerros.

Otro policía quedó gravemente herido y era el camarada de Fabricio, al igual que tres trabajadores mineros que están siendo atendidos en diferentes nosocomios.

La mañana del sábado, un contingente policial llegó al lugar y la paz retornó a la comunidad de Yani, donde se inició la investigación para dar con los responsables de la violencia y de la muerte del uniformado.

Los dirigentes del sector denunciaron que algunos mineros contrataron como seguridad a “sicarios peruanos” no solo para sembrar terror y amenazar a la población, sino también para matar a cualquier persona que intente reclamar.

Por su lado, el presidente Luis Arce Catacora, lamentó el fallecimiento del subteniente de Policía, Fabricio Reynoso Gutiérrez e instruyó una investigación inmediata para dar con los autores.

“Hemos instruido una profunda e inmediata investigación para dar con los autores de este crimen, que no puede quedar impune”, escribió Arce, en sus redes sociales.

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