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Redacción central

“Tata” Quispe sospecha que masistas “quieren su cabeza”

El virtual candidato a la Gobernación de La Paz, Rafael “Tata” Quispe, fue agredido ayer por simpatizante del Movimiento Al Socialismo (MAS) a quien además le robaron su sombrero y él sospecha que los masistas quieren su cabeza.

“Las hordas masistas quieren mi cabeza. Están en grupos y no se atreven a venir solos, Me han insultado y me han pegado”, denunció el activista político.

En un principio, el “Tata” quiso dar una conferencia de prensa en ese lugar acompañado por un grupo de personas que coreaban su nombre como postulante a la Gobernación sin darse cuenta que en lugar lo esperaba un grupo numeroso de personas afines al MAS.

Ni bien fue divisado y cuando intentó hablar con los medios de comunicación, una mujer mayor con un altavoz comenzó a gritarle: “¡Quispe asesino!”, “¡golpista!”, “¡vendido!”, “¡kusillo traidor!”, fue ahí donde comenzaron los empujones y los pedidos para que se retire del lugar.

“La Policía no hace nada, mira de palco, para qué me voy a quejar si ahora la Policía, los fiscales y los jueces están al mando del MAS. Nadie es dueño de la plaza Murillo. Me han robado el sombrero, eso es delito cometido por los masistas”, denunció mientras intentaba escapar de los insultos y los empujones que le propinaban sus detractores.

DETALLES

Desde el grupo un hombre que lucía polera roja intentó darle un manotazo y las mujeres de pollera que acompañaron a Quispe, lo defendieron e increparon con empujones a los agresores.

El exviceministro decidió retirarse a toda prisa para resguardar su integridad, ante la superioridad numérica de los afines al MAS y mientras se retiraba por la bajada de la calle que Socabaya, el mismo hombre vino acompañado de otras personas por atrás y le arrebató su sombrero de color oscuro. Las mujeres simpatizantes del “Tata” respondieron y quisieron recuperarlo el sombrero y no lograron.

Quispe aseveró que, con el robo de su sombrero, se observa la “actitud de los militantes del MAS que son capaces de agredir para llevarse una prenda de 50 bolivianos”.

Respecto a las acusaciones de “traidor”, Quispe respondió que en realidad, quien “traicionó al sector popular es el Gobierno del MAS, que no tomó en cuenta a hombres de casco o mujeres de pollera para el gabinete” de ministros.

La violencia no quedó ahí y dos mujeres de pollera de ambos bandos, también se agarraron a puñetes y sopapos, ante la mirada de los pocos policías que se atrevieron a intervenir en la gresca para tratar de separarlas.

CONDENA 

Por su parte, la Defensoría del Pueblo, a la cabeza de Nadia Cruz, condenó las agresiones verbales y físicas en contra Quispe.

“Reprochamos la actitud de la Policía Boliviana que se mostró pasiva frente a este hecho, y recordamos que toda persona es libre de emitir su opinión y ese derecho no puede ser coartado por diferencias ideológicas”, se lee en el comunicado.

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