Presidente inicia gestión con una ofrenda a la Pachamama
El tradicional ritual de la q'oa, ofrenda a la Pachamama (Madre Tierra), dio la bienvenida este domingo al flamante presidente, Luis Arce Catacora, en lo que es su primer día en la Casa Grande del Pueblo, sede del poder Ejecutivo de Bolivia, y desde donde dirigirá el país por los próximos cinco años.
La Casa Grande del Pueblo, situada en la parte posterior de Palacio de Gobierno, fue acordonada desde muy temprano por campesinos, indígenas, mineros y jóvenes, además de efectivos policiales y militares, que por primera vez trabajaron de la mano para brindar seguridad al acto de transición de mando.
De los cuatro puntos cardinales del país llegaron para rodear el perímetro de la emblemática plaza Murillo, que fue escenario del tradicional desfile de organizaciones sociales, cívicas y militares, que dieron el saludo tradicional a las nuevas autoridades, desde "kilómetro cero".
El acto de transmisión comenzó muy temprano, con una ofrenda a la Pachamama, primero en plaza Murillo, donde amautas pidieron energía positiva para el presidente, Luis Arce, y el vicepresidente, David Choquehuanca.
Posteriormente, la Asamblea Legislativa Plurinacional instaló sesión para posesionar al vicepresidente de Bolivia, David Choquehuanca Céspedes, un líder campesino que ya fue canciller durante los tres primeros gobiernos de Evo Morales.
Choquehuanca se encargó de tomar el juramento al presidente del Estado, Luis Arce, quien, luego, se emocionó hasta las lágrimas al entonar el Himno nacional.
Tras asumir la presidencia del país y brindar un discurso de casi media hora, en el que se comprometió a recuperar la economía e impulsar un gobierno "para todos", Luis Arce ingresó a la Casa Grande del Pueblo, precedido por una q"oa para atraer buenas energías a su gestión.
El sonido de un pututu también condimentó la ceremonia, para anunciar el inicio de una nueva era de prosperidad y aprobación a los nuevos mandatarios, quienes rindieron homenaje a los caídos en las "masacres" de Senkata, Sacaba y el Pedregal, además del líder minero, Orlando Gutierrez, quien murió en circunstancias todavía desconocidas, días después de las elecciones generales.
Ya en el hall de la Casa Grande, el comandante en Jefe de las FFAA, general Sergio Orellana, le entregó el bastón presidencial, en medio de la Guardia de Honor del Colegio Militar de Ejército.
El acto de transición de mando finalizó con el saludo protocolar que dan las organizaciones sociales, FFAA y Policía, desde "kilómetro cero", a los nuevos mandatarios del país, quienes ganaron las elecciones del 18 de octubre, con un aplastante 55%.