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Redacción central

Payasitos comienzan a ser golpeados por el mortal virus

La pandemia del coronavirus (Covid-19) no respeta ni la alegría de personajes divertidos como son los payasitos quienes ahora caminan tristes y deprimidos por el deceso de Brillito y Pimpollo a falta de atención médica oportuna.

“Estuvimos peregrinando de hospital en hospital por dos semanas, pero no nos podían atender porque estaban saturados por casos de coronavirus, mi hermano no tenía coronavirus, tenía agua en los pulmones y necesitaba de oxígeno, pero falleció por falta de ayuda médica”, relató Miguel Ángel Lima Espinosa, hermano de Brillito, al ser entrevistado por El Alteño.

Julio Lima Espinosa, de nombre artístico Brillito de 43 años de edad, era un payaso paceño que se dedicaba a divertir a los más pequeños, pero debido a la cuarentena que rige en el departamento, todas las fiestas infantiles quedaron suspendidas y se quedó sin ingresos económicos.

“Ya no hay fiestas infantiles, por la cuarentena muchos de los payasitos nos dedicamos a vender y a trabajar de lo que podamos para mantener a nuestras familias, aún así no nos alcanza ni siquiera para pagar las facturas de los hospitales”, aseveró. 

Brillito comenzó a tener problemas de salud y fue llevado a los hospitales pero no logró ser atendido debido al colapso de los centros de salud. 

“Fuimos a clínicas privadas, pero nos cobraban cinco mil bolivianos por día y nosotros somos payasitos, no tenemos mucho dinero. El jueves (2 de julio) se desmayó en plena calle, lo llevamos a un hospital, pero no nos atendieron, les pedimos que nos prestarán un respirador, pero no nos quisieron ayudar, mi hermanito falleció en el taxi”, lamentó el acongojado hermano.   

El fin de semana, Brillito fue velado en su hogar con pocas personas de su familia, a pesar de no haber sido contagiado con el Covid-19, pero en medio del dolor de su pérdida fue despedido por sus familiares.

A pesar del difícil momento económico que atraviesa toda la población boliviana con la cuarentena “a Brillito nunca le faltaba una sonrisa para seguir luchando”, recuerda su esposa.

CUATRO A NIVEL NACIONAL

Una similar situación sufrió su compañero Pimpollo, que debido a la saturación de los centros hospitalarios de La Paz, no pudo ser atendido y perdió la vida dejando en la orfandad a su hija de 14 años.

“A nuestro compañero Pimpollo le pasó lo mismo, no pudo ser atendido y falleció en las puertas de un hospital. Nuestro amigo Pimpollo dejó en la orfandad a una niña de 14 años. En el caso de Brillito, él podía haberse salvado, pero los hospitales están llenos y sólo atienden a casos de coronavirus”, contó el presidente de la Federación de Artistas en Recreación y Artes Escénicas La Paz (Farael), Yoel López.

“A nivel nacional ya son más de cuatro los payasitos de nuestra federación que han fallecido: uno en Santa Cruz y uno Cochabamba. Chupetito que era un compañero del interior, sí tenía coronavirus, estamos de luto y muy tristes porque eran personas muy buenas”, contó.

“Hemos propuesto un decreto supremo para ayudar a los artistas hace dos meses, hay familias que se dedican a ser payasitos, pero hasta ahora no nos atienden, prometen, pero seguimos esperando la respuesta de las autoridades, mientras tanto los artistas están muriendo por el virus y también por el hambre”, finalizó el dirigente de Farael.

Bolivia se dirige a los 40 mil casos de personas positivas a coronavirus y ya superó las más de 1.400 víctimas fatales hasta la fecha. 

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