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Bolsonaro quiere a militares como veedores

El presidente brasileño Jair Bolsonaro defiende un papel de árbitro para las fuerzas armadas en las elecciones, pero pese a los esfuerzos del ultraderechista de alinear a los militares, los expertos descartan toda maniobra antidemocrática proveniente de los cuarteles.

Bolsonaro, un excapitán del Ejército de 67 años, culminará su mandato habiendo intentado convertir a las fuerzas armadas en un soporte político de su gobierno, señala Carlos Fico, profesor de la Universidad Federal de Rio de Janeiro, especializado en historia militar.

Prueba de ello, más de 6.000 militares activos o retirados fueron nombrados en la administración federal, con el mayor grado para el general de reserva Hamilton Mourao, vicepresidente de Brasil.

Este miércoles, Día de la Independencia, Bolsonaro buscó impregnar de tintes electoralistas el tradicional desfile de Brasilia, permitiendo la participación de seguidores ya fuera con tractores o como miembros de una iglesia evangélica.

Bolsonaro, un nostálgico de la última dictadura (1964-1985), "considera que estar al lado de las fuerzas armadas y tener manifestaciones lo fortalece", asegura Fico.

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