Pasar al contenido principal
Redacción central

FMI y BM hacen llamado para ayudar a países pobres

Los dos organismos crediticios internacionales más importantes del mundo, el FMI y el Banco Mundial (BM) abrieron el miércoles sus reuniones anuales con un nuevo llamado para que los ricos ayuden a los pobres a enfrentar el impacto de la pandemia de coronavirus de forma global.

Los líderes del FMI y el BM han reiterado en los últimos días sus llamados para que los gobiernos continúen aumentando el gasto público para sostener la economía y evitar un agravamiento de la crisis.

Pero con las deudas soberanas y corporativas disparadas en un contexto de tasas de interés en mínimos históricos, la crisis es un rompecabezas difícil para esas instituciones con sede en Washington que siempre pregonaron la cautela fiscal.

La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, y el presidente del BM, David Malpass, llaman regularmente a no confiarse en una temprana recuperación económica e instan a los mayores acreedores -en particular a China y a grandes prestamistas privados- a hacer más para aliviar la carga de la deuda que enfrentan los países más vulnerables.

"Nueve meses de pandemia, y todavía estamos lidiando con la oscuridad de una crisis que se ha cobrado más de un millón de vidas, y que puso a la economía en reversa, causando desempleo, aumentando la pobreza, y el riesgos de una 'generación perdida' en los países de bajos ingresos", resumió Georgieva.

"Me preocupa mucho que se retire el apoyo a trabajadores y empresas prematuramente, porque eso podría causar una ola de bancarrotas y un incremento masivo en el desempleo", advirtió.

APERTURA

El PIB mundial retrocederá 4,4% este año, frente al 5,2% estimado en junio, de acuerdo con el FMI. La mejora se debe principalmente a la apertura de algunas economías avanzadas, aunque la reactivación hacia el próximo año pierde fuerza. Pero también se explica por los 12 billones de dólares en recursos que los gobiernos inyectaron en sus economías en todo el mundo.

Las pérdidas de crecimiento en los próximos cinco años se estiman en unos 28 billones de dólares.

Con un alza de contagios en muchos países y sin vacuna a la vista, Georgieva advirtió que todos los países enfrentan un desafío para salir de la crisis que será "difícil, desparejo, incierto, y propenso a reveses".

El G20 acordó una suspensión del servicio de la deuda para los 43 países más pobres del mundo que quita unos 5.000 millones de dólares de obligaciones hasta fin de año, muy por debajo de los hasta 11.000 millones esperados.

El G20 aprobó una extensión por seis meses de esta iniciativa llamada de Suspensión del Servicio de la Deuda (DSSI) este miércoles, pero Malpass continúa señalando su preocupación sobre la falta de transparencia en esta cooperación, especialmente de parte de China.

En Portada