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Gobierno sandinista es acusado de violencia y “tortura sexual”

"Nosotros presenciamos cómo violaban a las chavalas. A unos los ponían de frente y les cortaban tal vez un dedo, los amputaban, les quitaban las uñas o les metían cuestiones dentro del ano (...). Usted podía ver a través del vidrio lo que les estaban haciendo a los chavalos".

Así relató una nicaragüense que brindó testimonio ante un Tribunal de Conciencia que se instaló en Costa Rica, para conocer y documentar casos de violencia sexual y crímenes de lesa humanidad cometidos por el gobierno sandinista de Daniel Ortega contra jóvenes detenidos entre abril y agosto de 2018, en el marco de las protestas sociales que estallaron en ese país.

La persona, solo identificada como E013 por razones de seguridad, es una de los 18 ciudadanos (10 mujeres y ocho varones) que contaron sus historias a la instancia, creada por la no gubernamental Fundación Arias para la Paz y el Progreso, una ONG formada por el expresidente costarricense y Nobel de la Paz Óscar Arias (1986-1990 y 2006-2010).

El tribunal sesionó en un hotel de San José, aunque la mayoría de sus jurados y peritos asistió de manera virtual. También las víctimas, que no revelaron sus verdaderos nombres por temor a represalias, siguieron la transmisión desde las redes. Sus dramáticos relatos se plasmaron en el informe proyectado en pantallas durante la primera sesión.

HASTA ABORTAR

"Empezaron a golpearme con los puños y patadas. Me tiraron al piso y me violaron dos de los tres hombres encapuchados. Mientras unos me violaban el otro me apuntaba con el arma; yo sentía que quería morirme, ellos estuvieron como una hora mientras me abusaban", narró una joven que fue capturada por paramilitares en la vía pública.

Y una tercera víctima recordó: "La única mujer que no fue violada sexualmente fue porque no sabía que estaba embarazada, tuvo un aborto involuntario por los golpes que recibió y en virtud de las hemorragias no se atrevieron a violarla, pero sí la obligaron a ver cómo violaban a su compañera de celda".

Integrado por reconocidos psicólogos, abogados y activistas de derechos humanos como la actriz y pacifista nicaragüense Bianca Jagger, el Tribunal de Conciencia que cerró sesiones el viernes (11.09.2020) recopiló y documentó los delitos de violencia sexual, en su mayoría cometidos dentro de las cárceles del país centroamericano entre el 21 de abril y el 18 de agosto de 2018.

Todos los entrevistados dijeron haber sufrido golpes, torturas o violencia sexual de parte de las fuerzas del gobierno. Doce de ellos fueron vejados en la cárcel El Chipote, en Managua, que organismos humanitarios identifican como un centro de torturas.

Entre los abusos mencionaron golpes a puñetazos, patadas, violaciones sexuales, penetraciones con objetos, quema de los genitales con ácido, fracturas de mandíbula y de nariz, quebraduras de dientes y torturas psicológicas por parte de policías, entre estas privarlos del agua y los alimentos, además de obligarlos a presenciar torturas a otros reos.

Al concluir sus sesiones tres días después, el tribunal emitió su sentencia: "No hay duda de que el Estado nicaragüense cometió el delito de tortura mediante el abuso sexual y la violación de mujeres y hombres bajo la custodia de las fuerzas policiales y parapoliciales del país".

Las víctimas presentan hoy síntomas de estrés postraumático que se reflejan en dolencias físicas y otros problemas como depresión e insomnio. Una de las psicólogas que atendió al grupo, y que tampoco quiso ser identificada, advirtió que "la tortura sexual quedó inscrita en sus cuerpos".

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