Indígenas de Ecuador se quedan sin sede de Unasur
Grupos indígenas de Ecuador, que aspiraban a tener un gran edificio para instalar una universidad sobre su realidad, han expresado su disconformidad por el reciente anuncio del Gobierno de ubicar el Museo Nacional en la sede de la agónica Unasur, en el extremo norte de la capital.
La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) incluso sospecha que ese giro obedece a una especie de venganza del Gobierno de Lenín Moreno por las duras protestas del colectivo en octubre de 2019, con las que logró frenar unas impopulares medidas económicas.
Lenin Zarzosa, miembro del equipo jurídico de la Conaie, dijo a Efe que a partir de las protestas "hubo una ruptura entre los indígenas y el Gobierno, e incluso antes ya hubo largas de los ministros para concretar la idea de la universidad".
"Nunca hubo apertura. Insistimos casi cuatro meses" y no hubo respuesta, añadió sobre un encuentro en 2018 en la provincia andina de Cotopaxi en el que dirigentes indígenas tuvieron conversaciones con varios ministros para concretar un documento sobre la entrega de la sede y la instalación allí de una universidad indígena.
El destino del imponente edificio de la Unasur, desocupado desde mayo de 2019, genera controversias desde que Ecuador, Colombia, Argentina, Paraguay, Brasil, Chile y Perú abandonaran el foro integrado tras la llegada de Gobiernos en esos países de gobernantes de derechas u opuestos al intento integrador de izquierdas que supuso en su momento su creación.
En julio de 2018, el presidente ecuatoriano anunció que el edificio sería destinado para un centro de estudios superiores indígenas, pero el pasado día 9 reorientó su decisión para, según dijo, "darle un lugar propio al Museo Nacional, en un edificio que pagamos los ecuatorianos y que ahora vuelve a nuestras manos".