“El revocatorio, es más difícil que ir al infierno”

El abogado indígena Roberto De La Cruz, asegura que el referéndum revocatorio “es más difícil que ir al infierno” porque la Ley 026 de Régimen Electoral establece plazos procesales difíciles de cumplir.

“Quiero comenzar está entrevista diciendo que ´el referéndum revocatorio es más difícil que ir al infierno´ porque su camino está lleno de trampas y obstáculos”, afirmó De La Cruz, al comentar que en los últimos días se dedicó a estudiar todas las normas relacionadas con el referéndum de revocatorio y llegó a la conclusión de decir que “no va ser fácil” revocar a las autoridades.

En pasados días, salieron al frente algunos parlamentarios de la oposición a pedir la revocatoria de mandato del alcalde de La Paz Iván Arias bajo el argumento de que “no hay obras”.

En la ciudad de El Alto sucede lo mismo ya que algunos parlamentarios y militantes del Movimiento Al Socialismo (MAS) “a boca libre” anuncian la revocatoria de la alcaldesa Eva Copa Murga sin darse cuenta que “eso no va ser fácil”.

Según De la Cruz, el tiempo para pedir la revocatoria de mandato de las autoridades electas como gobernadores, alcaldes y concejales aún no ha llegado porque la ley es taxativa al mencionar que la revocatoria se solicita “a mitad de periodo de mandato” es decir a dos años y medio de gestión.

“Es mucha ignorancia de la ley pedir revocatoria en este momento. La ley dice que se solicita ´a mitad de periodo de mandato´. En tal sentido los gobernadores, asambleístas, alcaldes y concejales recién han cumplido un año de gestión. Eso significa que hay que esperar un año y medio para solicitar el referéndum revocatorio”, explicó el abogado indígena.

CAMINO DIFÍCIL

Según las explicaciones del jurista recién en diciembre del próximo año se puede se puede solicitar la revocatoria de mandato y no es cualquier momento.

Una vez hecha la solicitud, el Órgano Electoral se tomará 30 a 60 días, para rechazar o aprobar la solicitud. Si se aprueba, el solicitante deberá salir a la calle a recolectar el 30% de firmas del padrón electoral en 90 días y “antes de hacer eso debe tocarse el bolsillo porque tiene que correr con los gastos” para hacer imprimir los libros y contratar gente para recolectar las firmas.

Después de cumplir ´ese trabajo´, el solicitante tiene que ir al Órgano Electoral a dejar los libros para que revisen la veracidad de las firmas en 60 días. Si una firma o una huella dactilar es falsa, la solicitud muere automáticamente.

“Después tienen que pedir al parlamento la aprobación de una ley de convocatoria a referéndum de revocatorio de mandato. Pero la Asamblea Legislativa antes de aprobar la ley tiene que preguntar al Concejo Municipal si tienen presupuesto o no para realizar ese acto democrático”, comentó al explicar que el Concejo Municipal tranquilamente puede decir que no hay presupuesto y se complicará más el asunto.

Una vez vencido ese proceso, comenzará la campaña por el SÍ o por el NO, 90 días antes del acto democrático y quien deberá correr con los gastos de la propaganda electoral es el solicitante.

“Eso es nada, la trampa aparece al final. Por ejemplo, en la ciudad de El Alto, la Alcaldesa fue electa con casi el 69% de apoyo popular en las urnas y para revocarla necesitan 70 a 75% y eso no es fácil de lograr”, agregó el jurista comentar que los que piden revocatoria antes de hablar del tema también tienen que tocarse los bolsillos porque ellos correrán con los gastos.

   EL COMENTARIO

Para el jurista, es entendible escuchar al pueblo hablar de cosas imposibles y utopías porque la gente siempre habla “en sentido lato”, pero lo que no es aceptable es escuchar a los diputados y senadores pidiendo revocatoria de mandato sin darse cuenta que el revocatorio no se activa a cualquier hora ni en cualquier momento.

“A los opositores y oficialistas que están pidiendo el Referéndum Revocatorio, les sugiero que se ilustren un poquito más porque no es no más hacerse ilusiones al calor de las emisiones”, declaró De La Cruz al anunciar que pronto comenzará una cruzada para explicar al pueblo “la verdad de las cosas”.