Cristo cuida a paceños desde El Alto
Delante del Sagrado Corazón de Jesús se encuentra la denominada hoyada paceña, una ciudad con casas entre montañas, donde las últimas construcciones hacen imaginar el fin de urbe, sin embargo, quedan aún casas que no alcanzan a la vista de la ciudadanía, que demuestran que al paceño no lo “detiene nada”.
Tras él está una vasta planicie que inicia con una avenida que alguna vez albergó a los ferrocarriles, prueba de ello son las rieles que aún quedan y conducen hasta una vía internacional, donde ahora se asentaron los llamados “yatiris”, una ciudad sin fin donde las construcciones más grandes responden a los denominados cholets, diseños modernos particulares y edificios más antiguos y menos ostentosos.
En medio del humo que desprende de las wajt’as o mesas que queman los “yatiris” y el bullicio, fruto del intercambio comercial asentado en el lugar, se encuentra el monumento al Corazón de Jesús, aproximadamente a 10 metros del piso, tiene una altura de tres metros, luciendo su atuendo tradicional, con los brazos plenamente extendidos.