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Redacción Central

En El Alto enterrar un fallecido es calvario “por falta de horno”

La falta de un horno crematorio complica los entierros en la ciudad de El Alto, las funerarias son las que más tropiezan con el problema ya que a la hora de dar cristiana sepultura a los fallecidos los familiares deben implorar permiso en la puerta de los cementerios.

Desde la Asociación de Funerarias de La Paz y El Alto piden la pronta instalación de un horno crematorio público en la urbe alteña, para la incineración de las personas que fallecieron a causa del coronavirus.

“Lamentablemente hay autoridades comunales y dirigentes que se creen dueños de los cementerios y son ellos los que están prohibiendo el entierro de personas con Covid-19”, lamentó el representante de la Asociación de Funerarias, Miguel Elías.

Anteriormente se informó que la Alcaldía alteña destinó más de dos millones de bolivianos en la compra e instalación del primer horno crematorio, ante la emergencia sanitaria y el rechazo del Cementerio General de La Paz (desde junio de 2020) donde ya no reciben fallecidos de otras jurisdicciones. Entonces anunciaron en dos oportunidades su entrega, pero hasta la fecha no se concreta.

Inicialmente el crematorio debía ser instalado en la zona Santiago I, en predios del Cementerio Tarapacá y entregado en agosto de 2020. Sin embargo, el rechazo de los vecinos hizo que el proyecto se postergue y se busque otros terrenos para el mismos.

En octubre de ese año, la Comuna logra tras varias negociaciones con vecinos de la zona Mercedario del Distrito 4 (D-4) se acordó la instalación del horno crematorio en predios de cementerio del mismo nombre y su ejecución debía concretarse en diciembre, pero hasta la fecha no se tiene nada ni se conoce de un informe oficial de la Alcaldía sobre la demora.

“Ellos (los vecinos de Mercedario) destinaron un terreno y la Alcaldía de El Alto tiene que proceder a instalar esta estructura para cremar los cuerpos. Tienen que apresurarse porque ya firmaron un convenio por el cual aceptó su funcionamiento”, acotó Elías.

PEREGRINACIÓN

Al momento se vive una segunda ola del Covid-19 y los contagios como las muertes por la enfermedad se fueron incrementando. El reporte de la Dirección de Salud de la Alcaldía alteña da cuenta que cada día fallecen tres personas a casusa del coronavirus. Y recientemente se informó desde la Secretaría Municipal de Desarrollo Económico, que por día se llegó a enterrar hasta 26 difuntos en los cementerios alteños.

Los dolientes peregrinan por varios cementerios para el entierro de sus seres queridos, ya que hay vecinos y comunarios que se oponen al sepelio de personas fallecidas con Covid, en un determinado camposanto. 

“Mi padre salió positivo a Covid y en días murió en nuestra casa, cuando lo llevamos a enterrar nos rechazaron, por eso lo llevamos al área rural”, declaró la hija de un difunto. La mujer contó que en una funeraria le recomendaron que “convenza” al doctor para que en el certificado de defunción no coloquen muerte por Covid y así podrían enterrarlo, más cuando en El Alto no se cuenta con un horno crematorio.

“Así podríamos llevarlo al cementerio Mercedario y sólo nos cobrarían 1.000 bolivianos”, confesó.

“No dicen que la muerte se produjo por Covid-19. Alegan que el deceso se produjo por muerte natural o por paro cardiaco, así les permiten el entierro (en un cementerio alteño). Los vecinos tienen miedo de contagiarse”, declaró otro familiar.

COSTOSO

Ante el rechazo de vecinos, que viven en proximidades de los cementerios Villa Ingenio del Distrito 13 (D-13) y Mercedario al entierro de personas fallecidas con coronavirus, el Municipio logró un acuerdo con cementerios privados como Prados de Ventilla y Huajchilla para los sepelios.

Sin embargo, dolientes denunciaron que los costos son elevados y en algunos casos cobran hasta en dólares. “Pagamos 3.000 bolivianos para dejar a mi compañera, además, el servicio fúnebre me costó otros 3.500 bolivianos”, aseguró un hombre que perdió a su esposa.

En Viacha aprobaron, por la emergencia sanitaria, la instalación de un horno crematorio que ya comenzó a funcionar.

En la sede de Gobierno se informó que en la última semana se brindó este mes hasta 50 servicios al día en el Cementerio General y la cifra representa la mitad de lo que se reportó en agosto del año pasado con casi 100. Asimismo, se registra una alta demanda de cremaciones.

“El crecimiento ha sido sustancial, la semana pasada llegamos a hacer 50 servicios al día, sigue siendo la mitad de agosto donde teníamos 96 y 98 servicios diarios (…) Tenemos una incidencia muy alta de solicitudes de cremación, actualmente estamos con el cupo máximo de 10 cremaciones y la capacidad era de 8”, informó el administrador de ese camposanto, Ariel Conitzer.

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