Gestionan una vivienda para nueve hermanos “huérfanitos”
La Alcaldía del El Alto y la oficina de Gestión Social del Ministerio de la Presidencia, gestionan la construcción de una casa o bien la ampliación de la vivienda para los nueve hermanitos Flores, que quedaron huérfanos tras la muerte de su madre doña a Marina (40) que falleció peregrinando por ayuda médica en plena pandemia por coronavirus.
“En coordinación con Gestión Social del Ministerio de Presidencia, se está logrando en coordinación con la Agencia Estatal de Vivienda, la posibilidad de que sean beneficiados con la construcción o ampliación de una vivienda, cubriendo en la totalidad los gastos de obra; más, sin embargo, estamos esperando el proveído judicial, que en las próximas horas se va a dar, porque el equipo interdisciplinario está a la cabeza con el área legal”, informó en conferencia de prensa la secretaria Municipal de Desarrollo Social, Amida Duk.
Justamente, la Defensoría de la Niñez y Adolescencia del Municipio alteño puso en conocimiento del Juzgado Primero de Niñez y Adolescencia de El Alto un acuerdo firmado entre el hermano mayor, Luis Flores (21), y la tía de línea materna, María Flores, para que tengan la tutela de los menores de edad de 16, 14, 12, 9, 5 y 3 años, y el más pequeño de 8 meses. “Se está haciendo el seguimiento respectivo, para que la juez pueda darnos la venía positiva para que estas wawas puedan quedar al resguardo de la tía y del hermano mayor”, indicó la autoridad edil.
Según Luis, recién hizo la aparición el padre de los tres hermanos más pequeños (de 5, 3 años y del bebé de 8 meses), pidiendo la custodia, por lo que el hermano mayor como la tía solicitaron la tutela, para no separar a la familia, como un dese de la madre. “El padre debe hacerse cargo de la manutención, pero a los niños no los podemos separar; por lo tanto, nosotros como Defensoría estamos solicitando que todas las wawas queden al resguardo de la tía por línea materna y del hermano mayor. La madre ha pedido en su lecho de muerte al hermano mayor y a la tía que por favor no se los separe, es un deseo de la madre, eso es lo que estamos previniendo, que no se los separe”, acotó Duk.
AYUDA
Conocido el caso y situación de pobreza, como emergencia, en el que vivía doña Marina y sus nueve hijos, el Municipio de El Alto tomó contacto para apoyarla y con el Servicio Departamental de Salud (SEDES) La Paz brindarle asistencia por el delicado estado de salud de la mujer, que la pasada semana falleció a causa de un derrame cerebral, luego que peregrinó en hospitales saturados por la emergencia sanitaria a causa del Covid y no fue posible su internación.
La secretaría Municipal de Desarrollo Social explicó que luego se buscó y encontró al padre de los tres menores de edad que no contaban con su certificado de nacimiento y ahora debe pasar las pensiones. “Lamentablemente, los dos menores, una de dos años y el otro de ocho meses no tenían el certificado de nacimiento ni el carnet de vacunas ni tampoco el certificado de nacido vivo, porque ambos habían nacido dentro del domicilio. Al respecto el equipo interdisciplinario de la Defensoría se ha movilizado para primero buscar al padre de los niños, el señor Silvio T., una vez ubicado el señor ha coordinado con el equipo para primero sacar el certificado de nacimiento de los niños que corresponde como ley”, dijo Duk.
PRECARIEDAD
Tras una visita social al lugar donde viven los hermanitos Flores, se pudo constatar las carencias y precariedad en la que la familia vive en la zona Senkata del Distrito 8 (D-8) de la ciudad de El Alto. Los niños y la madre vivían hacinados en un cuarto pequeños, donde la mujer pasó sus últimas horas e incluso perdió el habla y su estado de salud fue decayendo cada vez más hasta morir.
La cocina es pequeña y hay ollas viejas de aluminio, donde ahora los hermanos preparan los alimentos. El patio de la vivienda es de tierra y se hace un lodazal cuando llueve torrencialmente; el baño se encuentra en un costado, es de adobe y no tiene techo. Una vez logrado el fallo del Juzgado de la Niñez y Adolescencia de El Alto, otorgando la tutela al hermano mayor y a la tía de éste, se pondrá a nombre de los hermanitos la vivienda que se llegue a construir a favor de la familia.
La madre, que falleció hace unos días, se encargaba sola de mantener a sus hijos vendiendo refresco hervido en la calle, donde ambulaba. Ahora que no está, Luis y si tía María se hacen cargo para sacar adelante a la familia, él tiene un trabajo y es apoyado por otro de sus hermanos de 18 años. “No queremos separarnos, mi mamá nos ha pedido que no nos separemos y que yo me haga cargo de todos”, dijo el joven alteño a este medio.