El vía crucis de Cristo

El viacrucis es la meditación de los momentos y sufrimientos vividos por Jesús, desde que fue hecho prisionero hasta su muerte en la cruz y posterior resurrección. En Semana Santa el vía crucis es representado por las 14 estaciones.

Primera Estación:

Jesús es condenado a muerte. Todo el pueblo contestó: “¡Que su sangre caiga sobre nosotros y sobre nuestros hijos!” Entonces Pilatos les soltó a Barrabás.

Segunda Estación:

Jesús con la cruz a cuestas. Los judíos tomaron a Jesús y cargándole la cruz, salió hacia el lugar llamado Calvario, (Juan 19,17).

Tercera Estación:

Jesús cae por primera vez. “He ofrecido mi espalda a los que me golpeaban, y mis mejillas a los que me arrancaban la barba; no aparté la cara ni los ultrajes ni de las salivas que me echaban”, (Isaías 50,6).

Cuarta Estación:

Jesús encuentra a su Santísima Madre. “Observad y ved si hay dolor como mi dolor”, (Lam. 1,12).

Quinta Estación:

El Cirineo ayuda a Jesús a llevar la cruz. Cuando llevaban a Jesús al calvario, detuvieron a un cierto Simón el Cirine y sobre él cargaron con la cruz. (Lucas 23,26).

Sexta Estación:

La Verónica limpia el rostro de Jesús. Muchos se horrorizaban al verlo, tan desfigurado estaba su semblante que no tenía aspecto de hombre, (Isaías 52,14).

Séptima Estación:

Jesús cae por segunda vez. Eran nuestros sufrimientos los que llevaba, nuestros dolores los que le pesaban… (Isaías 53,4).

Octava Estación:

Jesús consuela a las piadosas mujeres. La gran multitud del pueblo y de mujeres, que se golpeaban el pecho y lloraban por él. Pero Jesús, volviéndose a ellas, les dijo: “¡Hijas de Jerusalén!, no lloréis por mí; llorad más bien por vosotras y por vuestros hijos”, (Lucas 23,27-28).

Novena Estación:

Jesús cae por tercera vez. Venid a mí todos los que estáis cansados y oprimidos y os aliviaré. Cargad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí. (Mateo 11, 28-29).

Décima Estación:

Jesús es despojado de sus vestiduras. Los que lo crucificaron se repartieron sus vestidos a suertes, (Mateo 27,33).

Undécima Estación:

Jesús es clavado en la cruz. Cuando llegaron al lugar llamado Calvario, crucificaron allí a Jesús y a dos malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda (Lucas 23, 34).

Duodécima Estación:

Jesús muere en la cruz. Y Jesús, con fuerte voz dijo: “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”. Y al decir esto, expiró, (Lucas 23, 44-46).

Decimotercera Estación:

Jesús en los brazos de María Santísima. Un hombre llamado José, no había estado de acuerdo con la resolución de ellos, en sus actos, fue a ver a Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús. Después lo bajó de la cruz. (Lucas 23, 50-53).

Decimocuarta Estación:

Jesús es puesto en el sepulcro

José tomó el cuerpo de Jesús, lo envolvió en una sábana limpia, y lo depositó en su propio sepulcro nuevo, que había hecho cavar en la roca. (Mateo 27, 59-60).