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Redacción Central

Virginia Ugarte sienta soberanía en DDHH

Virginia Ugarte Condori, es la cholita que está a la cabeza de los Asamblea Permanente de Derechos Humanos (APDH) de El Alto, su vida es una historia de superación, lucha y valor que le dejó su abuela quien también su mentora y ejemplo a seguir.

“Soy una orgullosa madre y padre de mis dos amores, mis hijitos Isabel y Ángel. Estudié con mucho sacrificio. Recuerdo que cuando era niña había mucha discriminación de parte de los maestros, sobre todo, porque yo soy de pollera y sombrero, pero he demostrado con valentía y coraje que las mujeres también podemos lograr nuestros sueños y objetivos”, cuenta Ugarte.

Ugarte nació el 5 de enero de 1974, en el distrito rural de Coromata Bajo, de la provincia Omasuyos del departamento de La Paz. Desde que era una niña entendió que, si quería poner un plato de comida en la mesa, debería de trabajar eso sí, sin descuidar los estudios.

“Tuve que luchar mucho, primero con la discriminación en la escuela y luego en la misma familia, porque me subestimaban mucho. A veces no siempre te apoyan cuando eres mujer, eso me enseñó también que hay ángeles que te guían y que te ayudan a nunca rendirse”, reconoció.

Precisamente, uno de esos “ángeles” fue su abuela, María Magdalena quien también era una mujer luchadora y que incluso, los dirigentes de la comunidad y la provincia le pedían consejos y asesoramiento por su gran sabiduría.

“Ella era la que escuchaba los medios de comunicación siempre en la radio y estaba al tanto de todas las noticias que había en el país. Lamentablemente, también fue discriminada, porque era madre soltera, pero tenía una memoria especial que los dirigentes hombres de mi comunidad o la provincia siempre le pedían consejos y que los asesore en sus discursos y en las demandas de la población”, cuenta con orgullo.

Al momento de hablar de su abuela, Ugarte no pudo aguantar las lágrimas al recordar que ella, al igual que muchas mujeres del país y del mundo, siempre velaran por ayudar a las personas que más lo necesitan y que ese fue el legado que ella le heredó. 

“Yo la admiraba mucho a mi abuelita. Me acuerdo que ella a veces lloraba, porque quería expresarse y hablar por su comunidad, pero no la dejaban. Cuando se fue de este mundo, me dejó un vacío en el alma, pero fue ella la que siempre me dijo que hay que ayudar a los demás, es por eso que defiendo los derechos humanos”, cuenta con lágrimas y casi mirando al cielo por la gratitud. 

EN EL ALTO

Luego de mudarse a la ciudad de El Alto con sus padres, Ugarte se dedicó a varios oficios, entre ellos ser gremial y comunicadora social gracias a que habla y escribe en aimara y castellano con gran destreza. “Yo agradezco mucho ser gremial, porque eso me ayudó a conocer y tener mucho contacto con la población y sus necesidades. Eso me ayudó en mi formación sindical”, dijo.

Luego de ser locutora de medios radiales, se postuló a la Defensoría del Pueblo y al ganar notoriedad en la familia gremial el 10 de febrero del 2023, fue elegida unánimemente por las bases y los activistas como la flamante presidente de la APDH de El Alto.

“Yo agradezco mucho la confianza que me han brindado y es por eso que he abierto las puertas de Derechos Humanos, para que la población venga, pierda el miedo y denuncie cualquier acto de violación a sus derechos. Nosotros vamos a luchar porque la población tenga justicia”, aseguró con hidalguía. 

Las oficinas de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos (APDH) en la ciudad de El Alto, están ubicados en la calle uno de la avenida 6 de marzo.

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