Choferes y pasajeros comienzan a subestimar al coronavirus
Choferes y pasajeros comienzan a subestimar al coronavirus ya que en la calles y en los minibuses la gente deja de utilizar los barbijos y demás elementos de bioseguridad.
En un recorrido que hizo de El Alteño por las principales vías de El Alto se observó que varios choferes incumplen los protocolos de bioseguridad, además no se ocupan de renovar los letreros de prevención y concientización, sobre “el uso de barbijo” o “el alcohol en gel”.
En los asientos, la X para no sentarse es cada vez más improvisada en papeles blancos escrita a mano que empiezan desaparecer por el desgaste o porque fue quitada por los pasajeros, además las cubiertas lavables ya no están más, menos los trapos húmedos que había en las puertas para desinfectar los zapatos.
Respecto a la cantidad de pasajeros, por las razones mencionadas, los choferes no se hacen problema en cargar más de lo establecido, pese a que el principal dirigente del sector, Víctor Tarqui, anunció que la bioseguridad se mantiene a excepción del horario de circulación y la cantidad de vehículos, pero “la realidad es otra”.
“Como el chofer no dice nada”, los pasajeros también incumplen las medidas de prevención, no existe el distanciamiento social, peor si los pasajeros suben en pareja o grupos, al interior del vehículo, se sientan lado a lado y no falta un usuario que, por más que esté lleno, continúa pidiendo ser trasladado en la “espalderita”.
Por su lado, los pasajeros también hacen de las suyas ya que en las paradas hay aglomeraciones sin respetar el distanciamiento y desde que las autoridades anunciaron el desconfinamiento hay gente que camina en las calles sin barbijos como si el virus hubiera desaparecido para siempre.
PASAJES
Sobre el costo de los pasajes, “es lo peor”, se quejan algunos pasajeros porque “aparte de no cumplir con su ruta, los choferes cobran lo que se les da la gana” y para los transportistas aparentemente ya no existe el tramo corto y cobran como si todas las distancias fueran largas.
Al respecto, Víctor Tarqui afirmó que algunos vecinos, por solidaridad con la crisis económica que está dejando la pandemia del coronavirus, están de acuerdo con pagar 1.50 en cualquiera de las rutas.
Algunos trabajadores del volante en una actitud autoritaria continúan cobrando 1,50 como si se tratara de la tarifa establecida, con su frase “1.50 es el pasaje”, cuando su dirigente afirmó que se trata de un acto voluntario añadir 50 centavos a la tarifa establecida por norma de 1 boliviano el tramo corto, 1.50 el tramo largo y 2 el tramo extralargo.
Al interior de los minibuses, los únicos mensajes que aún quedan son el “no escupa”, “no fume”, los cuales se cumplen gracias a que los usuarios continúan cubriéndose con barbijos, lo que les impide realizar estos actos que van contra la higiene y el bienestar del resto de los pasajeros.