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Redacción central

Un soldado mata a su tío y a su sobrina con un puñal

El soldado Agustín C. de 18 años, mató a su tío de 37 y a su sobrina de ocho años con un puñal que el conscripto utilizó para deshacerse de sus familiares. Fruto del hecho quedó gravemente herida su tía de 35 quien logró escapar de la escena del hecho a objeto de pedir ayuda pese a tener un puñal incrustado en su cuerpo.

El hecho ocurrió en la zona de Ventilla, de la ciudad de El Alto hasta donde el conscripto llegó aprovechó su franco para cometer el crimen y no pagar su deuda que le dejaba sin vida.

“La Policía encontró a la niña y al papá sin vida. Se los llevaron a la morgue del Hospital de Clínicas y dicen que el hecho fue por un ajuste de cuentas. Un sobrino de ellos es el principal sospechoso”, informó el director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) El Alto, Limbert Coca.

EL DÍA SANGRIENTO

El hecho tuvo lugar en un barrio cercano al Puente Vela, donde el conscripto Agustín entró por la fuerza a la casa de sus tíos con un arma punzo cortante escondida entre sus prendas.

El joven militar metió la puerta de una patada y encontró a sus familiares lavabando ropas en el patio de su casa. Tras una discusión y un amague de pugilato, el joven militar sacó el arma y apuñaló a su tío en el pecho, ante los gritos de horror de su sobrina y su tía.

El conscripto actuó con sangre fría cual si fuese una guerra de cuerpo a cuerpo y entonces arremetió contra su pequeña sobrina quien con lágrimas intentó proteger a su padre que yacía en el piso desangrándose.

Entonces no le tembló la mano y la apuñaló a la altura de los pulmones causándole la muerte; cuando la madre vio la infernal escena, trató de huir, pero el sujeto se abalanzó contra ella y le asestó dos puñaladas a la altura de hígado y los riñones.

El puñal quedó incrustado en el cuerpo de la mujer quien aun así logró escapar de la vivienda sin antes cerrar la puerta para que el criminal no escape. La mujer pidió auxilio con las pocas fuerzas que le quedaban, pero casi nadie acudió, caminó casi dos cuadras por ayuda y al fin una vecina salió para socorrerla, mientras y la mujer se desvaneció en sus brazos.

“Estaba con el cuchillo en su cuerpo, gritando auxilio, llamé a los vecinos y recién salieron todos para ayudarla”, contó la testigo.

Al ser alertados, los vecinos rápidamente se reunieron y con palos fueras hasta la casa de las víctimas; mientras tanto, el criminal que aún estaba en la escena del crimen, utilizó su instrucción militar para subir la pared y escapar por la casa vecina, que es un canchón sin habitantes. Huyó a toda prisa dejando marcas de sangre que aún le escurría de sus manos.

DENUNCIAN ROBO

En un principio se habló de una deuda que no fue pagada, pero según los familiares de las víctimas, el conscripto les robó a sus propios tíos más de 48 mil bolivianos, eso provocó un grave problema familiar y al sentirse presionado trató de arreglar las cosa por las buenas y les prometió que les devolvería el dinero, al salir del cuartel.

El lunes salió de franco, fue hasta la casa de sus víctimas con el objetivo de acabar con ellos y no devolverles el dinero sustraído.

VECINOS

Por su lado, los vecinos de Ventilla denunciaron que no es la primera vez que hay hechos de sangre y crimen en ese sector de El Alto y reclamaron la ausencia de efectivos policiales en el lugar y denunciaron que los agentes del orden se tardaron en llegar a la escena del crimen. 

“Ya estamos hartos, siempre hay muertos y no hay policías. Ayer (martes) llamamos a la Policía y recién hoy llegaron para llevar a los muertos”, denunció uno de los vecinos ante los gritos de “¡justicia!”.

La molestia llegó al punto que la turba decidió derribar con sus propias manos las casas abandonadas en el lugar, ya que según ellos, es en esos lugares los delincuentes se refugian para cometer asesinatos, violaciones, robos y atracos.

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