Messi se da un festín con la selección boliviana
El superastro de Argentina Lionel Messi demostró el jueves por qué es un rey del fútbol mundial, al marcar tres veces en una goleada frente a una laboriosa Bolivia en Buenos Aires y mantener a la Albiceleste con paso firme en la clasificatoria al Mundial de Catar-2022
Casi 25.000 aficionados, por primera vez en un estadio, el Monumental, tras un año y medio de pandemia, ovacionó eufóricamente al ídolo que superó con 79 goles el récord del mítico brasileño Pelé (77 anotaciones) como el mayor artillero de selecciones sudamericanas.
Y celebró el público con un show musical la conquista en julio de la Copa América que quebró 28 años de sequía de títulos de los mayores.
Messi marcó el primero, a los 14 minutos, como en un cuento de hadas, al meter un caño al defensa Luis Haquin y colocar el balón a su manera con un zurdazo en comba pegado a un poste. El segundo fue un 'pase a la red' a los 64 y sobre la hora, a los 88, conectó un rebote en el arquero Carlos Lampe. Una fiesta completa.
Argentina, con 18 puntos, sigue como escolta a tres del puntero Brasil en la décima fecha de la clasificatoria sudamericana. Bolivia se mantiene relegada sin poder alcanzar ni siquiera la repesca.
"Esperé mucho tiempo esto. Ahora a disfrutar, es un momento único después de tanto esperar, estoy muy feliz", dijo el goleador casi al borde del llanto de emoción. Había sido un líder del equipo en el torneo sudamericano ganado en la final del Maracaná a Brasil 1-0.
- Lucha sin tregua -
Al terminar el encuentro, estallaron los festejos, un concierto musical y los fuegos artificiales. Los jugadores levantaron los brazos a las tribunas ocupadas en un 30% pero rebosantes de una alegría que tantas veces quedó atragantada.
"Es una locura la gente. Se junta todo, la Selección que viene de ser campeón de la Copa América, mucho tiempo sin poder ir a la cancha, ni ver al equipo”, había declarado Messi.
Marcos Acuña, Leandro Paredes y Angel Di María sumaban intentaban asociarse con pulcritud, pero la mayoría de los avances se desvanecían en la cerrada trinchera boliviana.
Bolivia dio lucha sin cuartel. Metió presión fuerte sobre la salida de Argentina. Le hizo pasar zozobra a Germán Pezzella, a Nicolás Otamendi y a Nahuel Molina, forzados a desprenderse del balón apurados, sin destino. Al DT argentino Lionel Scaloni se lo veía contrariado.
La Albiceleste también apretaba en el medio. Fue un anticipo en el medio de Paredes el que derivó en el gol del superartillero. La conquista aquietó demasiado las aguas en Argentina. Un jugador clave fue Alejandro ‘Papu’ Gómez que le ponía dinámica a los avances.
La Verde soltó las amarras, atacó en bloque y puso en aprietos al rival. Erwin Saavedra, José Sagredo y un activo Henry Vaca hicieron poner las barbas en remojo al arquero Juan Musso.
El problema de Bolivia es que su pólvora lucía mojada, faltaba puntería. El goleador e histórico verdugo de Argentina, Marcelo Moreno Martins, luchaba por el control de la pelota, pero lejos del portero Musso.
"Llegamos con la intención de hacer un gran partido", había anticipado el entrenador venezolano César Farías.
- La magia rompe barreras -
Messi armó con Di María una jugada clon de la que derivó en la apertura del marcador. El remate suyo en comba pasó cerca del poste derecho de Carlos Lampe. El arquero le había tapado un gol a Di María con un achique al borde del área. Lautaro Martínez, en la zona de fuego del área,
Por momentos se abusaba de la pierna fuerte. La Verde estaba dispuesta a vender cara su derrota. Un solo gol de diferencia no le podía dar tranquilidad a Argentina. Era caminar al borde una cornisa frente a un equipo que no daba tregua.
Farías movió piezas a granel al ordenar las entradas de Ramiro Vaca, Roberto Fernández, Carmelo Algarañaz y Gabriel Villamil. El partido se volvió un atractivo ida y vuelta.
Scaloni jugó las cartas de mandar a la cancha a los últimamente entonados Joaquín y Ángel Correa, y a Nicolás González. Ante Joaquín se lució Lampe al taparle otro remate a quemarropa.
De nuevo apareció el mago Messi para una doble pared con el 'torito' Martínez y entrar al área con serenidad pasmosa y anotar en su noche soñada con la albiceleste.