Estudiantes venden sus productos agroecológicos
Una variedad de hortalizas, insumos de yerbas medicinales, plantines, entre otros, fueron expuestos y comercializados ayer por estudiantes de tres colegios de la ciudad de El Alto, que incursionaron desde este año en la producción agroecológica.
La actividad se desarrolló en el marco de la seguridad alimentaria que impulsa el Centro de Formación y Capacitación para la Participación Ciudadana (Focapaci) en la urbe alteña, hace más de 18 años.
“Fue un éxito, porque la gente que circulaba ha podido comprar sus hortalizas, plantines e informarse sobre la seguridad alimentaria, del consumo sano y han jugado juegos; y (los visitantes) se han llevado alimentos orgánicos que no en todas partes se encuentran”, destacó Elizabeth Morales, coordinadora del proyecto de Agricultura Urbana y Seguridad Alimentaria.
Al menos 30 estudiantes de los colegios Chijini Alto Fombis del Distrito 12 y Hugo Chávez Frías y Rusia del Distrito 7 fueron parte de la feria que se desarrolló la mañana del martes, en el atrio principal de una radio emisora local.
“Dieciséis jóvenes, entre mujeres y hombres, se han animado o han encontrado una vocación en la producción agroecológica, en carpas solares familiares, entonces ellos son los que han decidido tener una carpita en la casa de sus padres y ellos están produciendo ahora ahí también”, destacó la experta.
El proceso de aprendizaje sobre seguridad alimentaria, consumo saludable y comercialización agrupó a 200 estudiantes, de los cuales 16 se encaminaron en el área y lograron construir sus carpas solares con el apoyo de Focapaci, en sus hogares.
TRABAJO
El trabajo de Focapaci se centra principalmente en apoyar a las personas desfavorecidas a nivel local. En los últimos cuatro años, la agricultura urbana ha recibido mucho apoyo político, especialmente a nivel municipal.
Algunos de los agricultores urbanos, como se los conoce y en El Alto supera los 300, fueron capacitados como multiplicadores, quienes enseñan los conceptos básicos de una nutrición saludable en talleres.
También se enseña a los participantes qué platos pueden prepararse con los productos de los invernaderos, como zumos, tartas, albóndigas o tés. Ya son alrededor de 400 personas, muchas de ellas jóvenes, las que se organizan en estos grupos de consumidores responsables.
La mayoría de las personas con las que se trabaja son inmigrantes rurales, población que caracteriza al municipio de El Alto y que llegaron de las 20 provincias del departamento de La Paz, principalmente. Comían sobre todo papas, chuños, pastas y otros alimentos ricos en carbohidratos.