Cae una banda de pildoritas que desvestían “borrachitos”
Agentes de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de El Alto, logran desarticular una banda de pildoritas que operaban a bordo de un minibús desvistiendo a los borrachitos que salían de los locales dela Ceja.
“Agentes de la Policía lograron interceptar un vehículo sospechoso en la zona 12 de Octubre y dentro del motorizado se encontró pastillas somníferas y otros objetos de dudosa procedencia”, confirmó el director de la FELCC alteña, Limbert Coca, tras presentar a los delincuentes.
Según el informe policial, la banda de antisociales, compuesta por dos mujeres y dos varones, operaban como “pildoritas” para cometer sus hechos criminales por la zona de la avenida Juan Pablo II y la Ceja alteña.
Una vez que los agentes policiales detectaron el sospechoso vehículo a las 06.00 del miércoles, lo detuvieron y pidieron a sus tripulantes que salieran de él, pero ellos se pusieron nerviosos e intentaron huir del lugar.
La hábil intervención policial evitó que los antisociales se salgan con la suya y en la revisión del vehículo se logró encontrar somníferos, más de cinco celulares que no eran de los ocupantes y billeteras.
“Ante la presencia de los uniformados, los delincuentes se ponen nerviosos y en la revisión del motorizado se encontró pastillas somníferas, celulares, billeteras que los delincuentes no pudieron explicar su procedencia”, ratificó el jefe policial.
MODUS OPERANDI
Según la investigación preliminar, se trata de una banda de pildoritas de la cual, sus principales víctimas eran borrachitos que se recogían de las discotecas y locales nocturnos.
Se conoce preliminarmente que, las dos damas se encargaban de convencer a las víctimas a que ser sirvan unos cuantos traguitos con ellas y hasta se ofrecían para ir a rematar la fiesta en las casas de sus víctimas donde llegaban con el plan de robar todo lo que podían.
“Vamos a mi casa, la vamos a pasar bien, no te preocupes. Eres muy guapo, te voy a invitar una copa”, eran algunas de las palabras que les decían las pildoritas a los hombres antes del golpe.
Una vez que la víctima caía en las garras de las féminas, ellas le daban de beber los somníferos para que, al cabo de unos minutos, el romántico galán quedara profundamente dormido.
Es ahí que los otros dos cómplices varones se hacen pasar por amigos de los borrachitos y junto a ellas los llevan hasta el motorizado, donde les despojan de todos sus objetos de valor.
Posteriormente, los desafortunados galanes eran tirados en las calles y los delincuentes se repartían el botín, y se preparaban para sus siguientes víctimas.
Los integrantes de la banda fueron llevados hasta dependencias de la Fuerza Anticrimen en calidad de arrestados y se aguarda el inicio de una investigación en su contra.