Jóvenes desaparecidas aparecen en “burdeles”
Jóvenes reportadas como desaparecidas aparecen en “burdeles clandestinos” donde estaban ejerciendo el oficio del placer y la policía comenzó a buscar a sus familiares.
Se conoce que muchas de ellas escaparon de sus hogares y algunas son de las provincias, quienes llegaron a El Alto en busca de trabajo y como no encentraron un empleo caen en las garras de la prostitución.
“Nos preocupa. Estás personas están declaradas como desaparecidas, pero que están en las calles ejerciendo la prostitución ilegal”, informó el secretario de Seguridad Ciudadana, Dorian Ulloa.
La autoridad agregó que muchas de ellas no portaban su cédula de identidad a la hora de ser aprehendidas y se constató que estaban reportadas como desaparecidas.
Una vez que fueron llevadas a celdas policiales, al menos tres de las trabajadoras sexuales de 20 a 23 años, que estaban reportadas como desaparecidas fueron identificadas y se presume que las tres huyeron de sus hogares por problemas en su entorno.
Efectivos de la División de Trata de la policía, se contactaron con sus familiares para que expliquen los motivos por los que salieron de su hogar estas ´jovencitas´ que fueron encontradas ejerciendo el trabajo sexual.
El hecho fue descubierto, la madrugada del martes por efectivos de la División de Trata y Tráfico de Personas y la Intendencia Municipal, quienes ingresaron a varios alojamientos de la Ceja, Villa Dolores y 12 de Octubre donde arrestaron a ocho personas entre varones y mujeres.
RIESGO
Las jóvenes fueron halladas ejerciendo el oficio del placer en alojamientos que fueron convertidos en prostíbulos clandestinos donde trabajan sin medidas de bioseguridad y algunas se dedican al comercio sexual en las calles alteñas.
La noche del lunes y parte de la madrugada del martes no fue la excepción, en un operativo rutinario, el personal de la División de Trata y Tráfico de Personas de la Policía y la Intendencia Municipal arrestó a ocho personas entre trabajadoras sexuales y sus ocasionales clientes en un alojamiento de la zona 12 de Octubre.
Desde que se inició la cuarentena en marzo pasado, la Alcaldía determinó el cierre de los burdeles, por lo que gran parte de los alojamientos de El Alto, fueron convertidos lenocinios clandestinos.
CONTROL
El secretario de seguridad, Dorian Ulloa, comentó que los alojamientos en esta ciudad se volvieron inseguros por la falta de control a la hora de otorgarles sus licencias de funcionamiento y serán objeto de fiscalización.
“Los alojamientos van a ser objetos de control permanente, exhaustivo porque nosotros hemos podido percibir que ´la inseguridad se hospeda´ en los alojamientos en El Alto”, dijo.
Por otra parte, Ulloa dijo que tiene la información de que proliferaron alojamientos en sectores como la zona 16 de Julio, Villa Esperanza en el sector de la Universidad Pública de El Alto (UPEA), en el sector del Distrito 8 y parte del 3.
En ese sentido anunció que los operativos continuarán, así como ocurrió con el control de bares y la clausura de los ilegales, porque son factores de inseguridad.
“Hay gente indocumentada, extranjeros en los alojamientos, no hay el registro adecuado de estos ciudadanos en los alojamientos (…) los alojamientos deben realizar registros diarios de todas las personas que se hospedan y que debe llegar a la Gobernación, a la Policía, pero no existe ese registró”, dijo.