Pasar al contenido principal
Redacción Central

En YPFB aumentan la producción gas licuado

La empresa estatal de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) incrementa la producción de gas licuado de petróleo (GLP) de 130.000 a 150.000 garrafas para garantizar el normal abastecimiento en el mercado interno.

“Bolivia es un país exportador de GLP y lo primero que tenemos que garantizar es el mercado interno como lo estamos haciendo. Se ha incrementado la capacidad de producción en la planta engarrafadora de Senkata de 130.000 a 150.000”, informó el director ejecutivo de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), Germán Jiménez.

La autoridad explicó que la demanda normal en La Paz es de 40.000 garrafas, pero durante el fin de semana la distribución alcanzó las 50.000.

CALIDAD

Jiménez dijo que la población tiene que tener certeza de que YPFB está cumpliendo con los volúmenes establecidos y desde la planta de Senkata se realiza el control correspondiente al peso, calidad y volumen específico.

“No debería existir ninguna susceptibilidad en la población boliviana y, al contrario, los excedentes que se tienen en el mercado son específicamente para la exportación”, aseveró.

Indicó que en la medida en que exista mayor demanda, habrá mayor producción en las distintas plantas que están a cargo de YPFB.

FILAS

Desde hace tres semanas, se registran filas de vecinos en puntos estratégicos de la ciudad de El Alto para comprar una garrafa de GLP, como hace mucho tiempo no se había visto. Similar panorama se registró en las ciudades de La Paz y Cochabamba.

En las tiendas de barrio ya no se encuentra el producto inflamable a la venta, como solía ocurrir. Los carros distribuidores desaparecieron en algunas zonas, contaron las amas de casa. Y en los últimos días comprar una garrafa con gas llegaba a costar hasta 35 bolivianos en la urbe alteña, cuando su costo es de Bs25 en las tiendas y Bs22,50 del carro distribuidor.

En El Alto, las filas, que eran esporádicas porque los carros gaseros aprovisionaban del GLP,  se concentraban en puntos estratégicos de las avenidas Juan Pablo II, Litoral, Bolivia, entre otras vías. “Con la garrafa haciendo fila desde hace tres horas, para comprar, ya no llega el carro gasero a mi zona, no entra ni en la tienda se puede encontrar”, dijo antes una vecina.    

Ayer lunes, los carros gaseros pasaron cual estrellas fugases por algunas urbanizaciones alteñas. Vendieron las garrafas con GLP a los vecinos que buscaban desesperados una de ellas y al momento de la compra, el vendedor le quitaba el sticker de seguridad para evitar que sea contrabandeado, especulaban los ciudadanos.

En Portada