Una mamá que lucha contra el cáncer
Verónica es una mujer trabajadora, tiene dos hijos y a pesar de que le detectaron cáncer se mantiene de pies y está dispuesta a luchar por su vida, para ver crecer a sus hijos.
A Verónica le detectaron cáncer de mama en julio del 2022 y desde entonces, viene luchando por restablecer su salud. Se ha sometido a diversos tratamientos y una cirugía radical, llevándola a realizar muchos cambios en su rutina y vida diaria.
"Mi vida cambio muchísimo, tratamientos médicos como las quimioterapias, los malestares, la cirugía me hicieron una mastectomía radical del seno izquierdo, la recuperación ha sido muy doloroso, pero Dios, mi esposo (Reinaldo Jiménez), mi hermana Claudia, mis hijos, y personas maravillosas que Dios ha puesto en mi camino han hecho y siguen permitiendo que yo siga en proceso de sanación tanto físicamente como emocionalmente", resalta Verónica.
Según comenta, ella "vivía en un constante estrés, todo en mi día era de forma acelerada, vivía preocupada todo el tiempo, y lo último era mi salud, ahora trato de disfrutar lo más que puedo de mi familia, hago pausas si me canso, y agradezco a Dios por cada minuto de vida que me da, cada día es una nueva oportunidad que recibo de poder estar aquí hasta que sea su voluntad", comienza su relato Verónica, que muestra orgullosa a dos retoños, Agustín (6) y José Fernando (17).
Sin embargo, para esta mamá, más allá de la enfermedad que padece, considera que "la maternidad depende de las circunstancias que uno esté pasando, personalmente me tocó pasar por diferentes estados tanto difíciles como tranquilos y felices también, pero no cambiaria por nada del mundo el haber traído a mis dos hijitos a este mundo porque cada uno llegó en el momento adecuado, la diferencia entre los dos son casi 11 años, pero el amor es infinito, ser mamá me hace sentir que yo no vivo para mi, yo vivo y lucho todos los días por ellos".
Es por ello que a pesar de todas las circunstancias, "yo trabajo, y nunca dejé de hacerlo. Si bien tuve días de baja médica, pero el mantenerme ocupada me ayudaba mucho y lo sigue haciendo. Gracias a Dios y no me canso de agradecer a las personas que son muy empáticas y es que trato de llevar una vida normal, trabajo, familia, sin descuidar mis tratamientos médicos, mis médicos, que me dicen que son muchos años para que yo me pueda declarar vencedora del cáncer, pero yo me declaro sana en el nombre de Dios, y más aún cuando tengo en mis hijos y en mi familia motivos para no dejarme vencer".