Un “ratero” queda rendido ante el poder de una “ñatita”
Un “ratero” quedó rendido ante el poder de una “ñatita”. Lo que pasa es que el ladrón ingresó al puesto de un yatiri de donde tenía previsto llevarse hasta la escoba, pero la guardiana del lugar que era una calaverita lo dejó dormido y el ladrón fue sorprendido por la policía.
“Qué pasa, qué pasa”, dijo el delincuente cuando los efectivos de la policía ingresaron al lugar y lo encontraron durmiendo en la casa de donde estaba robando todos los objetos de valor.
“La dueña de la casa, en la entrevista con la policía atribuye el milagro al poder de un cráneo humano al que le tiene fe, quien supuestamente habría propiciado para que el ladrón se duerma dentro del local y hasta que fue aprehendido”, informó el sub comandante de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de La Paz, coronel Juan José Donaire.
El ladrón fue identificado como Javier L. H. de 31 años, ni él mismo pude explicar lo que le sucedió en esa noche nublada, ya que sin razón alguna, quedó profundamente dormido, hasta que los dueños del puesto ingresaron y lo vieron descansando plácidamente a metros de la “ñatita”.
En las ciudades de El Alto y La Paz, se tiene muy enraizado el culto y adoración a los cráneos humanos que son también conocidos como las “ñatitas” a las cuales se les atribuye poderes sobre humanos. Incluso, tienen su propio Día que es 8 de cada noviembre donde le rinden un homenaje.
Según información preliminar, esta historia inicia el sábado en la noche, cuando el malhechor violó la cerradura del puesto de una yatiri de El Alto ubicado en la zona Villa Dolores.
Como todo rufián, el delincuente metió todos los objetos de valor que había en la pequeña habitación de dos por dos, en bolsas de yute, ante la mirada sepulcral de la guardiana que tenía su luchito, coca, cigarro y era la única testigo del hecho.
El delincuente trató de fingir que no sentía miedo, de rato en rato miraba a los costados y “sin querer queriendo” quedó dormido mientras los dos ojos del cráneo le miraban celosamente.
Javier L. H. de 31 años, estaba bajo los efectos de las bebidas alcohólicas, cuando abrió la puerta, creía que era su noche de suerte. Encontró 1.700 bolivianos, además de billetes falsos para llamar a la suerte, que iban a ser usados para comprar más alcohol. También encontró relojes, anillos, ropas, mantas y otros objetos que pensaba venderlos en el Barrio Chino.
Al cabo de unos minutos y mientras le daba unos sorbos a su pequeña botella de plástico con alcohol. Fue dominado por un sueño atroz. Casi no podía mantener los ojos abiertos y quedó rendido ante “la ñatita”.
Pensó que darse una siestita no le haría mal. Entonces se puso a descansar para recuperar fuerzas e ir a vender todo lo robado, pero se sumergió en un sueño maravilloso, ni si quiera se dio cuenta que la dueña del puesto ya estaba en el lugar.
La yatiri y su marido notaron que el cerrojo de la puerta estaba violentado, vio que había alguien dentro durmiendo plácidamente y no gritaron. Decidieron llamar a la Policía, quienes no tardaron en llegar y encontrado al antisocial acurrucado, roncando y la ñatita vigilándolo celosamente.
El delincuente fue trasladado a celdas policiales y los dueños del local le pusieron más coca y cigarrón a la “ñatita” como señal de agradecimiento y para que les traiga más trabajo.