Niño muere intoxicado a causa de una estufa
Un niño de 11 años muere por inhalación de monóxido carbónico, su hermano menor de ocho y su tía de 13 años se salvaron milagrosamente. Se conoce que los tres encendieron una estufa para calentarse del frio, pero lamentablemente quedaron dormidos y uno de ellos no despertó nunca más.
“El personal de la Policía realizó el levantamiento del cadáver de un menor de edad, en el Hospital Sagrado Corazón de Jesús. El mismo fue evacuado por sus familiares juntamente con su hermanito de ocho años y su tía de 13 años”, informó el jefe de la división Homicidios de la Fuerzas Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), teniente Daniel Choque.
El hecho se registró el pasado domingo en un domicilio ubicado en la zona de Ventilla de EL Alto, donde tres menores se encontraban dentro de una habitación.
Sus padres que son comerciantes, dejaron a sus hijos al cuidado de su abuela y su tía, para ir a la calle a ganarse unos cuantos pesitos más, la mujer de la tercera edad (60), decidió ir a vender verduras a la feria del sector, dejando a su hija al cuidado de chicos.
A eso de las tres de la tarde y debido al intenso frío y lluvia que azota a la ciudad de El Alto, los tres menores se refugiaron en una habitación, donde había una estufa conectada a una garrafa de gas.
Luego de encenderla, los tres decidieron echarse a dormir y arroparse con las camas, hasta que llegue la abuela.
“La abuela contó que fue a venderse, en su ausencia y por el frío, los menores encendieron la estufa, esta sería la causa de la muerte”, ratificó el jefe policial.
Luego de las fiestas de Navidad, las ventas se desplomaron y la anciana se vio obligada a quedarse unas cuantas horas más para poder comprar al menos pan para el té de los niños, pero al llegar a su casa se chocó con la peor noticia.
LA MUERTE
Mientras tanto, dentro de la pequeña habitación, abrazados y con la televisión encendida, los tres se quedaron sumergidos en un sueño profundo del cual uno de ellos no volverá a despertar.
Fueron más de cinco horas en las que los menores inhalaron monóxido de carbono que emanaba de la estufa a gas. Debido a su inocencia, antes de dormir cerraron las ventanas y trancaron la puerta con llave para que el frío no ingrese.
Al anochecer, la abuela finalmente llegó y llamó a sus nietos para que la ayuden con los bultos, pero esta vez ninguno de ellos ni su hija, acudieron a su llamado.
Insistió y los llamó por sus nombres, pero aún así era como si nadie estuviera dentro de la casa. Preocupada y creyendo que salieron sin su permiso, intentó abrir la habitación con su llave y cuando logró ingresar fue golpeada por un humo oscuro y un ambiente pesado.
Olía a metal quemado que le hizo picar la nariz y le provocó un dolor de cabeza casi al instante. Abrió la puerta de par en par y en el fondo encontró a los tres menores profundamente dormidos, ninguno de ellos respondió a sus gritos y súplicas. Desesperada, la mujer salió de la casa y pidió ayuda a gritos a sus vecinos que la ayudaron a llevarlos hasta el hospital más cercano.
Dos menores fueron internados en el Hospital Sagrado Corazón de Jesús, en ese nosocomio el menor de 11 años llegó sin signos vitales; mientras que, la joven tía fue trasladada hasta el Hospital Norte.
“Por favor señores padres de familia, tengan el control de sus menores de edad, este es el segundo caso en menores de 15 días, no se puede dejar solos a menores de edad don estufas a gas y sin la supervisión de personas adultas”, recomendó el jefe de la división Homicidios de la FELCC, teniente Daniel Choque.