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Expertos creen que la lava continuará hasta noviembre en La Palma

El área afectada por las coladas del volcán de la isla española de La Palma ha aumentado un 50% en las tres jornadas que lleva en erupción y los expertos calculan que la situación se prolongará una media de 55 días, lo que hace prever que podría seguir expulsando lava al menos hasta noviembre.

Asimismo, el volcán aún en plena erupción, se ha convertido en una fábrica de dióxido de azufre (SO2) para la atmósfera. Este viernes se espera que una gran nube de esta sustancia llegue a cubrir buena parte de la península ibérica y casi todo Marruecos y Túnez, así lo indicó el sistema europeo de satélites Copernicus, que a través de este mapa, indica que las costas mediterráneas de Francia, Italia, Argelia y Libia también estarán afectadas.

A medida que pasan los días la situación en las zonas aledañas al volcán se hace más difícil, sobre todo para las 5.700 personas evacuadas hasta el momento que han tenido que abandonar a toda prisa los 185 inmuebles dañados o destruidos por las coladas, 65 de los cuales eran viviendas.

La lava continúa abriéndose paso hacia el mar y deja ya detrás 153 hectáreas de terreno sepultadas por las piedras, el fuego y las cenizas, según cálculos del Instituto Volcanológico de Canarias a partir de las imágenes de satélite del programa Copernicus.

SEGUIMIENTO

El último mapa facilitado por este programa europeo de seguimiento de emergencias muestra la situación a las 8.14 horas del martes, 21 de septiembre, y permite comprobar que si se compara con el anterior, de las 19.50 horas del día 20, el área afectada se ha incrementado de 103 a 153 hectáreas, alrededor de un 50%.

Otro de los grandes problemas que conlleva la erupción es la gran cantidad de ceniza y de humo que hace que cada día se estén emitiendo a la atmósfera entre 6.140 y 11.500 toneladas de dióxido de azufre (SO2), según las mediciones realizadas por el Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan).

El dióxido de azufre es un gas irritante y tóxico cuya concentración durante cortos periodos de tiempo resulta muy perjudicial para los ecosistemas y para la salud, ya que puede irritar el tracto respiratorio, causar bronquitis, reacciones asmáticas, espasmos reflejos, parada respiratoria y congestionar los conductos bronquiales de los asmáticos.

Mientras tanto, los científicos siguen tratando de averiguar el tiempo que tardará el volcán en dejar de estar en erupción, que, según el Involcan, podría oscilar entre 24 y 84 días, con una media de 55 días, o lo que es lo mismo, podría seguir expulsando lava al menos hasta noviembre o incluso llegar a diciembre.

El dato lo han obtenido analizando las erupciones históricas ocurridas en la isla de La Palma desde la última, que tuvo lugar en Teneguía en 1971 y duró 24 días, a la más larga, en Tehuya, en 1585, que se prolongó durante 84 días.

El comité científico que asesora al gabinete de crisis ha calculado en 200 metros por hora la velocidad con la que avanza la lava en su camino hacia el mar y además estima que la deformación del suelo en la zona próxima a la erupción asciende a los 28 centímetros.

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