Pasar al contenido principal
Redacción central

Juan Carlos I deja España por presuntos negocios turbios

El rey emérito Juan Carlos I comunicó el lunes a su hijo, el rey Felipe VI, su "meditada decisión" de salir de España para facilitarle su "alta responsabilidad" y marcharse a vivir en otro país ante la "repercusión pública" que han tenido "ciertos acontecimientos pasados de su vida privada" relacionados con presuntos negocios turbios y supuestas cuentas ocultas en Suiza.

La decisión del rey emérito supone el trago más duro que su hijo, Felipe VI, ha tenido que afrontar en lo personal en sus seis años de reinado en España, después de haber tenido que tomar algunas medidas severas en el plano familiar.

El escándalo generado por el goteo de noticias publicadas sobre el supuesto dinero Juan Carlos I en Suiza, parte de él procedente presuntamente de la donación de 65 millones de euros de la monarquía saudí, ha llevado al rey emérito a alejarse aún más de su hijo para evitar que la controversia salpique a la Corona española.

El rey emérito, de 82 años, no ha revelado cuál será su nuevo país de residencia, aunque es precisamente en la ciudad suiza de Ginebra, origen de las actuales investigaciones, donde reside desde 2013 una de sus hijas, la infanta Cristina, también alejada de la vida pública española tras la condena por corrupción de su marido, Iñaki Urdangarín.

DECISIÓN CON GRAN SERENIDAD

En un comunicado, la Casa Real informó de que Juan Carlos I remitió una carta a su hijo en la que le expresa su "meditada decisión" de trasladarse a vivir fuera de España, la cual afirma que adopta "con profundo sentimiento, pero con gran serenidad".

 "He sido rey de España durante casi cuarenta años y durante todos ellos siempre he querido lo mejor para España y para la Corona", asegura Juan Carlos de Borbón, quien abdicó en la persona de su hijo en junio de 2014 tras 39 años de reinado, pilotar una transición a la democracia que en su tiempo se consideró modélica y frustrar e impedir el golpe de Estado del 23 de febrero de 1981.

El comunicado señala que Felipe VI ha transmitido a su padre "su sentido respeto y agradecimiento ante su decisión".

Las investigaciones de la Fiscalía de Ginebra sobre donaciones presuntamente vinculadas con Juan Carlos I, iniciadas en 2018 pero que no se conocieron hasta marzo de este año, dieron comienzo a los actuales problemas del rey emérito, que le han llevado a tomar la decisión de abandonar España.

El primer fiscal de Ginebra, Yves Bertossa, investiga desde hace dos años donaciones millonarias vinculadas con Juan Carlos I y su antigua amiga íntima Corinna Larsen, ante la sospecha de que se tratara de operaciones de blanqueo de dinero.

GOLPE MÁS DURO

En el comunicado divulgado este lunes por la casa real, don Felipe ha expresado su "sentido respeto y agradecimiento" por el paso dado por su padre, si bien su marcha de España agranda el distanciamiento que ya provocó la renuncia a su herencia y la retirada de la asignación del Estado español el pasado 15 de marzo.

El detonante fueron las informaciones en las que Felipe VI aparecía como beneficiario de la fundación Lucum, a través de la que Juan Carlos de Borbón presuntamente movió el dinero oculto.

El actual monarca tuvo conocimiento de este hecho en marzo de 2019 y en abril acudió a un notario para renunciar a cualquier beneficio de Lucum y de su padre.

En Portada