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Redacción Central

Comunarios sin apoyo tras perder su ganado

Pasaron casi siete meses del ataque de perros “salvajes” a ovejas y llamas de comunarios de Alto y Bajo Milluni del Distrito 13 (D-13) de El Alto y hasta la fecha las familias afectadas no reciben “nada” de apoyo ni en proyectos ni semillas ni otros, pese a que en diciembre de 2021 se aprobó la Ley Municipal de Emergencia 724. Desde la Alcaldía salen en defensa de su gestión, indicando que la norma “no es retroactiva”.

Según el secretario Municipal de Desarrollo Económico, Bernardo Huanca, la norma entrará recién en vigencia una vez que los ataques de los canes asilvestrados se registren este año. “La ley está vigente, una vez que pase alguna desgracia inmediatamente se activa por el lado del Comurade (Comité Municipal de Reducción de Riesgo y Atención de Desastres). La ley es, desde el momento que se promulga, para adelante, no es retroactivo”, aseveró la autoridad edil.

Pero en el D-13, existe sorpresa hasta tristeza en los comunarios por la decisión asumida del Municipio alteño en contra de las familias afectadas por los ataques de los canes, en 2021, quienes entonces peregrinaron desde sus poblaciones con los animales muertos hasta las puertas de la Alcaldía en busca de ayuda.

Ángel Rivas, secretario Ejecutivo del Consejo de Autoridades “Julián Apaza”, lamentó esta situación establecida en el reglamento de la Ley Municipal. “Cuando hay esa clase de ataques de perros, tiene que haber resarcimiento, pero no favorece al cien por ciento, solamente cuando va haber ataques como ha sucedido el año pasado (…) no nos están dando suficiente presupuesto, más están dando a lo que es Zoonosis, se están equipando con nuestros recursos”, afirmó el representante.

“El que ha perdido su llamita no va recibir nada, no es retroactiva la ley, así lo han trabajado los técnicos de la Alcaldía, por eso estamos molestos, estamos analizando y veremos qué vamos a hacer de aquí en adelante”, acotó.

ATAQUES

En 2021, el D-13 fue el más golpeado por los ataques de los perros vagabundos que terminaron asilvestrándose y empezaron a asaltar a los animales matándolos como forma de subsistencia. Sin embargo, el hecho es recurrente desde hace 10 años atrás y es cíclico, es decir, que cada año se genera desde agosto sin que los comunarios puedan hacer nada para evitar esta situación por el peligro que representa para ellos mismos el defender a sus animales, por la fiereza de los canes. 

 Apaza recordó que el origen de todo ello se debe a la proximidad del relleno sanitario de Villa Ingenio a sus comunidades, porque los perros empezaron a aparecer ya que el botadero emite olores que los atrae, sin embargo, llegan hasta sus poblados donde ven como alimento a las ovejas y llamas.

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