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Redacción central

Veterinaria traccionada castra a su concubino

Una mujer de 27 años, acaba con la vida de su pareja a botellazos y luego le cercena los testículos. Todo ocurrió después de que la mujer encontró mensajes amorosos en el celular del ahora fallecido. El hecho ocurrió en la zona de Puerto Camacho que está cerca de la Exparada 8 del sector norte de El Alto.

“La aprehendida es una mujer que fue encontrada como posible autora de la muerte de su cónyuge. Tanto la mujer como a la víctima se los encontró dentro de la habitación donde ambos habían consumido bebidas alcohólicas”, informó el director departamental de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de La Paz, José Donaire.

El hecho se registró el pasado fin de semana, luego que la pareja se retiró de una fiesta social. Ambos son de profesión agrónomos e iniciaron una relación amorosa hace tres años.

Él se dedicaba a la venta de fertilizantes en el área rural para una empresa situada en la zona Villa Bolívar A. Mientras que la mujer trabajaba como veterinaria en la ciudad de La Paz.

CRÍMEN

La acusada fue identificada como Damaris y su pareja como Cristian, quienes supuestamente consumieron bebidas alcohólicas la noche del sábado. Al cabo de varias botellas de cerveza, el varón quedó profundamente dormido y ella aprovechó la ocasión para revisar su celular y ahí encontró las pruebas del pecado del amor. “Lamentablemente, la mujer encontró en el celular de la víctima varios mensajes de índole amorosos y una relación paralela”, explicó el jefe policial.

La mujer engañada se puso iracunda e incontrolable, quien, atenida a su borrachera y celos, tomó una botella vacía que estaban en la sala de su vivienda y mientras el hombre dormía profundamente le atacó sin contemplación.

Lo golpeó salvajemente en la cabeza hasta que la botella quedó hecha trizas. Cristian no pudo ni defenderse, quedó desmayó por el impacto del golpe contundente, mientras emanaba sangre de la parte izquierda de su cabeza.

La rabia, la impotencia y el despecho nublaron el juicio de la mujer quien solo pensó en vengarse del pobre hombre que estaba dormido a quien antes la mujer le juraba que le amaría en las buenas y en las malas.

Al poco rato, fue a la habitación donde guardaba sus instrumentos de trabajo y sacó el más afilado de todos. Se trataba de nada menos que de un bisturí, que ella utilizaba para hacer cirugías y castración de animales.

Sin remordimiento alguno y en medio de un mar de lágrimas, Damaris procedió a realizarles varios cortes en la cara y el cuerpo del hombre, quien prácticamente quedó con el rostro desfigurado.

CASTRACIÓN

Después le bajó el pantalón a su pareja, le quitó la ropa interior, sujetó el miembro viril, le hizo más cortes alrededor y por último, le cortó los testículos, según los estudios hechos al cadáver.

El dolor despertó al hombre quien después lanzó un grito desgarrador a los cuatro vientos. La mujer estaba bañada en sangre le respondió diciendo “que ahora ya no podrás engañarme con nadie”.

 SOCORRO

Su hermando socorrió a Cristian, pero debido a las heridas profundas y la pérdida de sangre, el hombre murió camino al hospital. Agentes de la FELCC llegaron al lugar y procedieron a la aprehensión de la fémina que permanecía en la escena del cromen con las manos untadas en sangre.

“Se tiene como consecuencia de la muerte es por traumatismo encéfalo craneal por los golpes que recibió en la cabeza y shock hipovolémico por la pérdida de sangre, sobre todo en la parte íntima que fue seccionado con la utilización de un bisturí”, detalló el director departamental de la FELCC, José Donaire.

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