Alasita comienza con la fe depositada en el Ekeko
“Con mucha fe y devoción” al Ekeko, las autoridades municipales de El Alto, dieron por inaugurada la gran Feria de la Alasita 2023 en la zona de Villa Dolores.
“Este año nosotros estamos pidiendo ‘unidad’ al Ekeko, que los alteños y alteñas se mantengan unidos para luchar por un mejor futuro no solo para El Alto, sino para el país. El pueblo alteño siempre se ha caracterizado por ser un pueblo luchador y de convicción”, afirmó el presidente del Concejo Municipal de El Alto, Rogelio Maldonado.
La autoridad resaltó el trabajo de los comerciantes, artesanos y explicó que el pueblo alteño es muy devoto de sus tradiciones. “La tradición es comprarse un terrenito, una casita, un autito para hacerlo ch’allar y con fe al Ekeko, que esa pequeña casita, en el futuro se convierta en realidad”, explicó la autorizada alteña.
INAUGURADO
Por su parte, el subalcalde del Distrito 1, Junior Freddy Salas Calle, con gritos de “jallalla”, “jallalla”, participó de la ch’alla al Ekeko y resaltó las tradiciones que mantiene vigente con los artesanos de Villa Dolores.
“Las tradiciones que tiene nuestro pueblo son grandes y año tras año, se mantienen más vigentes que nunca. Esta es una de las ferias más importantes de la urbe alteña e invitamos a toda la ciudadanía a que venga y sea parte de esta tradición tan bella con mucha fe y devoción al Ekeko”, invitó.
El Subalcalde junto con autoridades municipales, Gobernación y gremiales, cortaron la cinta para dar por inaugurada la gran feria de la Alasita 2023, en Villa Dolores y la plaza Juana Azurduy.
“Jallalla, jallalla”, gritó el subalcalde Junior, en medio de los aplausos de la población que llegó a la histórica feria.
“SAHUMERIOS”
Lo que más se vio en el primer día de la Feria de la Alasita, fueron los sahumerios donde la población se abarrotó para ch’allar sus billetes, casitas y autitos.
“Siempre hay que sahumar con esencias y con mucha fe, para que el Ekeko te cumpla su deseo. La fe es importante, porque mueve montañas y el Ekeko es milagroso”, aseguró don Gregorio Huanca, un hábil maestro yatiri, donde el cual, las personas hacían fila para que se los ch’alle. El costo por la ch’alla es de solo cinco o 10 bolivianos, con alcohol, vino y sahumerio.