El violador que contagiaba SIDA andaba como pistolero
La familia de un niño de 10 años que fue víctima de violación de uno de los hermanos S.T, cuenta que estos jóvenes les destrozaron la vida al extremo de que tuvieron que escapar del país, debido a las amenazas de muerte que les lanzaban los peligrosos antisociales que operaban en Yapacaní-Santa Cruz y andaban como pistoleros haciendo disparos al aire.
“No hemos encontrado justicia en Bolivia, por las amenazas en contra de mi familia. Mi familia necesitaba seguridad y ni la Policía ni la justicia nunca nos dieron protección. Me mandaban a todos lados a la Policía, al Juzgado, a la Defensoría”, afirmó la hermana de la segunda víctima, que no quiso revelar su paradero y que se comunicó con medios cruceños.
Ella al igual que el menor que fue abusado por los cinco hermanos S. T., el 2020, se vieron obligados a salir del país, porque recibían constantes amenazas de muerte y amedrentamiento de parte de los depravados sexuales.
“Les supliqué que nos ayuden, les supliqué que ayuden a mi hermanito, pero me mandaban a varios lugares y no nos dieron protección. Yo tengo familia y mi familia estaba en riesgo. Ni a la Policía ni a la justicia hacía nada”, explicó con lágrimas de impotencia.
Fue un verdadero calvario, el que ese niño vivió en manos de los hermanos S.T., quienes como delincuentes usaban armas de fuego para atracar y sembrar terror impunemente en las calles de Yapacaní.
HAY MÁS VÍCTIMAS
La hermana de la segunda víctima de los pedófilos, reveló que les advirtió a los investigadores y a la Fiscalía, que su hermano no era la única víctima y que, si los administradores de justicia le hubieron prestado atención, tal vez el otro menor que aún está en una sala de terapia intensiva en Santa Cruz, se hubiera salvado.
“Les suplique más de un millón de veces, les dije que había más víctimas como mi hermanito, les dije a los fiscales, hay más víctimas, investiguen y tal vez sí se hubiera salvado el otro niño que ahora está en terapia intensiva”, aseveró la hermana del pequeño en contacto con medios cruceños.
El caso ocurrido en septiembre de 2020, se denunció y se determinó la detención de Santiago S.T. (esta persona murió el año pasado en el penal de Palmasola por una enfermedad venérea SIDA), uno de los hermanos que fue enviado a prisión, pero “no se amplió” a los demás y se determinó cerrar el caso a pesar de los reclamos de la familia.
“Nos dijeron que después de la declaración de mi hermano en la cámara Gesell se lo iba a hacer, pero eso nunca ocurrió. Mi hermanito tiene temor a acercarse a hombres, solo yo me puedo acercar a él. Nos querían investigar a nosotros nomás. No querían investigar a los demás acusados”, lamentó.
La joven contó que su hermanito actualmente recibe ayuda psicológica y médica, ya que los depravados también le contagiaron VIH/SIDA, al igual que al otro menor de 11 años.
“Es muy difícil, mi hermanito aún está en tratamiento tanto por el trauma que recibió, como por la enfermedad que estos malditos le contagiaron. Lo que es lamentable es que en mi país no me hayan ayudado y que tuve que escapar para salvar la vida de mi hermanito y mi familia”, reprochó.
Cabe recordar que el mayor de los hermanos, Miguel, acusado de violar a un niño de 11 años en Yapacaní, actualmente se encuentra en el penal de Chonchocoro, luego que una turba de personas los sacó a golpes de la Casa Judicial de Yapacaní y lo arrastró hasta la plaza principal, donde fue desnudado y golpeado por los indignados vecinos.
Aparece una “testigo clave”
Se trata de la esposa de uno de los sindicados de violación a un menor de 11 años, en Yapacaní, quien ahora es considerada como “testigo clave” para la investigación, la misma está siendo protegida por el Ministerio Público, confirmó el director de Servicios Integrales de Justicia, Aldo Torres.
“Ella fue amenazada de muerte, por este motivo se le otorgará las medidas de protección para precautelar su vida, puesto que se convierte en otra víctima”, informó la autoridad
La “testigo clave” tendría conocimientos de otros supuestos abusos cometidos. La esposa indicó que su marido también la amenazaba de muerte con un arma de fuego.
Familia de violadores abandona su casa
Los familiares de los cuatro acusados de violar a un niño de 11 años abandonaron ayer su vivienda en Yapacaní, luego de que sus vecinos determinaron darle un ultimátum, tras constantes amenazas que recibió la familia del niño abusado.
De acuerdo con el relato de los vivientes de la zona, los que habitaban la casa eran el padre, dos hermanas y la tía de los detenidos, quienes la mañana del jueves, decidieron sacar todas sus pertenencias al patio, para después trasladarlas en un vehículo.
Los propios familiares quemaron un colchón que pertenecía a uno de los acusados de violación, lo cual fue visto por los vecinos, que comentaron que esa acción podría haber sido para eliminar evidencias de los abusos que cometían en el interior del inmueble.