Coronavirus no detiene los velorios en El Alto
“Hemos pedido a nuestras autoridades que se impida los velorios, pero no se hizo nada y ahora parece que nos estamos contagiando”, dijo don Faustino que es vecino de la zona Cosmos 79 del Distrito 3 de El Alto, quien pidió guardar en reserva sus apellidos por razones de seguridad.
Faustino es vecino de un hombre que falleció la noche del martes, después fue velado en un domicilio particular, pese al temor de la gente que murmuraba de que falleció por coronavirus “igual no más” cumplieron con la tradición del velorio.
“Con su esposa estaban muy enfermos, tenían fiebre muy alta, han ido a la farmacia para hacerse revisar y ahí les han pinchado, pero ha sido peor porque el hombre al final a muerto”, aseguró otro vecino.
Según testimonios de algunos vecinos del sector, el entierro se realizó cumpliendo todos los pasos de la tradición, no había multitudes, pero había gente que acompañó a los dolientes hasta el final.
Pese a que no se confirmó con una prueba científica de que el hombre de 50 años realmente falleció por coronavirus, no es el primer velorio que se realiza en El Alto con normalidad y en medio de la susceptibilidad de la gente ya que las autoridades no hacen nada para impedir la costumbre de velar los cuerpos.
La tradición del velorio se impone en tiempo de cuarentena pese a las restricciones, porque en estos actos se congregan muchas personas como los familiares, vecinos y allegados de los difuntos.
CASOS
En junio pasado, el propio Municipio de El Alto constató esta situación e incluso reportó el contagio de al menos cinco personas que asistieron a un velorio y terminaron infectados con coronavirus.
“Se ha recomendado a los vecinos evitar los velorios y están prohibidos por la pandemia”, dijo entonces el director de Salud, José Luis Ríos.
En mayo, en la misma zona del D-3 se denunció la muerte sospechosa de una comerciante, que también fue velada por los vecinos y enterrada en un cementerio popular de la urbe, sin que se confirme las causas reales de su deceso.
El reciente caso volvió a causar las sospechas de los vecinos, quienes aseguraron que se sienten abandonados por las autoridades de los tres niveles de gobierno porque denuncian que hay velorios en las zonas y no son escuchados.
“Unos cumplimos la cuarentena, frente a las necesidades que podemos tener como el de trabajar, pero otros hacen lo que mejor prefieren caminar sin medir los peligros y lo más lamentable es que no contamos con nuestras autoridades quienes al final nos dejan solos”, lamentó doña María Elena.
VELORIO
La tradición de un velorio está en raizado en la población alteña ya que, en esta urbe, cuando muere alguien, lo que la gente acostumbra realizar es comunicar el deceso a los familiares del fallecido, amigos y vecinos quienes se reúnen al rededor del féretro y acompañan al fallecido en señal del último adiós.
Por lo general, la gente acostumbra velar a los fallecidos más de 24 horas tiempo en el que hablan sobre el difundo, comparten algo de comer, rezan y oran para que le vaya bien y al final se retiran después de sepultar el cadáver en un cementerio.
El velorio tiene ribetes de simbolismo sagrado y la gente se resiste despachar a los fallecidos sin previo velorio en estos tiempos de cuarentena.
IMPRUDENCIA
En la ciudad de El Alto se presentaron casos en sentido que algunos de los contagiados por el Covid, tienen temor de decir que padecen de la enfermedad letal por miedo a ser estigmatizados. Prefieren quedarse en casa y recuperarse con remedios naturales como el eucalipto y otros.
De las personas que confirmaron tener la enfermedad, no todos acatan el aislamiento en sus hogares, situación que fue constatada por la Alcaldía y algunos de ellos contagiaron a otras personas con quienes tuvieron contacto. “Estaban fuera de casa, comprando pan, jugando fútbol y se molestan cuando se les reclama”, declaró el secretario Municipal de Gobernanza del municipio, Henry Conteras al comentar que hay imprudencia en algunos pacientes infectados.