Alteños firmes con la tradición
Como cada año, en la cultura andina, familias que perdieron a sus seres queridos los recibieron con una mesa repleta de pan, flores, dulces, frutas y los platillos que los difuntos degustaban en vida.
“Como todos los años hacemos el recibimiento de mis padres que hace años partieron porque ya estaban viejitos, pero ahora sabemos que han llegado para compartir unas horas juntos; siempre se lo preparo un poco de ají de fideo, que era lo que más le gustaba”, dijo doña Martha, vecina de la zona Ciudad Satélite.
Muchas de las iglesias quedaron repletas por los dolientes que pasaron misa para sus seres queridos. Los retratos y flores llenaron los altares, donde muchos eran de reciente partida, no hace más de un año y otros perecieron a causa del coronavirus.