Eva Copa invierte su sueldo en canasta solidaria para los pobres
La presidenta del senado Eva Copa, invierte su sueldo en la compra de víveres y ahora avanza por las zonas de El Alto entregando alimentos a las familias más afectadas por la cuarentena.
Son más de 10.000 canastas solidarias que armaron con víveres consistentes en arroz, harina, azúcar, fideo, botellas de aceite, cebollas, zanahorias y otros que fueron adquiridos con los aportes de la presidenta del senado Eva Copa, a quien también se sumaron el personal administrativo de la Cámara Alta y la Vicepresidencia del Estado Plurinacional.
“Hemos visto con mucha pena gente que no tiene muy poco para comer, pero gracias a Dios nos ha alcanzado y hemos llegado a la meta que nos hemos planteado. Estamos llegando a diferentes zonas de El Alto y las recomendación que hacemos es que no salgan de sus casas para que exista más brotes del coronavirus”, dijo la legisladora.
Expresó su preocupación ante los crecientes casos de COVID-2019 en el eje troncal del país, incluido El Alto, por lo que considera indispensable que los vecinos de la urbe alteña comprendan la necesidad de quedarse en sus hogares y mantener las manos limpias lavándose con agua y jabón, ”pues depende de cada uno el proteger a nuestras familias”.
A bordo de un vehículo y la cooperación de los trabajadores del parlamento la autoridad avanza por diferentes zonas. “La gente sale a la puerta de sus casas para poder recibir los alimentos, pero lo que más me llamó la atención de las familias humildes son los niños, en gran cantidad entre seis y siete por cada familia, algunos no tienen zapatitos y ropa buena. Si hay gente de buen corazón que tenga vaya y done a la gente que lo necesite, si tenemos una chamarra que ya no usemos, si tenemos una cama que no usamos vayan y donen”, apeló la senadora a los corazones solidarios de la metrópoli alteña.
Copa expresó su preocupación, por los niños huérfanos que viven en las familias de sus tíos, quienes además de alimentar y cuidar a sus hijos; se hacen cargo de otros cinco y seis menores, por lo que se trazó la meta de buscar ropa, zapatos, frazadas para paliar en algo las múltiples necesidades de las familias pobres.