En Potosí congreso del MAS termina en enfrentamientos
Este domingo, el congreso departamental del MAS en Potosí acabó con una batalla campal. Sillas, empujones y golpes fueron el remate a los desacuerdos manifestados previamente.
Las imágenes muestran un coliseo repleto, con cientos de afiliados al MAS. En su interior se debería llevar a cabo la elección de la nueva dirección departamental. Las desavenencias se transformaron en reclamos por la imposición que el "oficialismo" pretendía ejercer. El malestar de unos se fue caldeando y denuncian un intento por direccionar la definición de la presidencia Departamental del MAS en Potosí.
Al respecto, el representante de la Federación de Campesinos del Norte Potosí, Mario Cordova, explicó que la pelea se originó en el municipio de Torotoro entre seguidores de Evo Morales, líder del Movimiento Al Socialismo (MAS), y sus detractores, que son simpatizantes masistas y que buscan la renovación del partido. El dirigente admitió que su sector no asistió al congreso para evitar enfrentamientos, ya que están en contra de las “imposiciones” que adopta el expresidente y líder cocalero.
“Si nosotros íbamos más pelea se hubiera visto. Nosotros no estamos de acuerdo con el evismo, con el poncho blanco que va copando gente con mentiras, les hacen creer. Nuestra gente ya no comparte con ellos, ya nos dijeron que no nos iban a dar credenciales, que no íbamos a poder hablar y peor hubiéramos reaccionado. Ellos solo quieren imponer y obedecen al señor Evo Morales, ellos querían una dirigencia afín a Evo Morales, pero hay gente que no quiere esa imposición y por eso hubo esa pelea”, afirmó Cordova.
El dirigente relató que estos problemas vienen desde las elecciones subnacionales en 2020 con la elección del candidato a la Gobernación de Potosí, Jhonny Mamani, quien –según Cordova- fue impuesto por Evo Morales y que ahora recibe críticas de propios militantes del MAS. “Hay mucha gente de la parte campesina que se alejó y no tenemos una voz que se haga escuchar por las imposiciones del evismo”, dijo.
Las autoridades nacionales del Movimiento Al Socialismo (MAS) tratan de minimizar las tensiones al interior del partido. Acusan a la derecha o a la presencia de infiltrados como los principales detractores de la directiva actual. Sin embargo, en cuanta reunión de simpatizantes del partido que se realiza, se evidencia la división interna.
Las disputas internas en el MAS resultan frecuentes y se han incrementado después del retorno de Evo Morales al país. En diciembre de 2020, mientras se debatían las candidaturas del MAS para las elecciones subnacionales, una silla golpeó al propio Morales. Las discrepancias se replicaron en otros encuentros del MAS entre quienes apuntan a la continuidad del expresidente y quienes piden la renovación.
Las pugnas internas han saltado a los escenarios públicos con acusaciones importantes. El diputado por Santa Cruz, Rolando Cuéllar, vinculó al vicepresidente del MAS, Gerardo García, de recibir recursos de un narcotraficante para financiar las acciones del partido.
En su defensa, García desmintió la existencia de la carta señalada por Cuéllar y anunció la apertura de procesos penales contra el diputado a lo largo de esta semana. Además, insiste en la necesidad de expulsarlo del MAS por violentar el reglamento interno.