Añez pide disculpas a indígenas por la intervención de Sacha
La presidenta Jeanine Añez, a nombre del Estado pidió disculpas a los indígenas del TIPNIS quienes sufrieron una brutal represión ejecutada por el Gobierno de Evo Morales hace nueve años.
En 2011, los indígenas de tierras bajas se habían movilizado para protestar contra la construcción de la carretera que el gobierno del MAS proyectó a través del Territorio Indígena del Parque Nacional Iseboro Sécure (TIPNIS) con la perspectiva de unir al Beni con Cochabamba.
"En mi condición de presidenta del Estado y en representación del pueblo boliviano pido disculpas a aquellos hombres, mujeres y niños que fueron víctimas de los actos de violencia que hoy recordamos para que nunca más vuelvan a suceder", afirmó la mandataria.
La declaración fue recibida por las autoridades indígenas del Beni, luego de que varios de los protagonistas de esa marcha, intervenida violentamente por las fuerzas policiales, relataran sus testimonios durante la ceremonia celebrada este sábado en Trinidad.
Ese operativo fue perpetrado por fuerzas del orden que "se encontraban instrumentalizados por el régimen masista", remarcó la mandataria, quien anticipó que los afectados ya tienen listo un reporte que será elevado a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
"Los habitantes del TIPNIS y el pueblo boliviano nunca podrán olvidar esos terribles hechos mientras los responsables intelectuales de esos actos inhumanos nos sean castigados conforme a ley y el derecho a los pueblos a la autodeterminación merezca un respeto permanente en los gobernantes", manifestó.
El 25 de septiembre de 2011, un contingente policial sorprendió a los marchistas que estaban descansando en el poblado de San Miguel de Chaparina, en la ruta que une Trinidad, de donde había partido la marcha, con Yucumo, en la frontera con el departamento de La Paz.
Los indígenas, que se propusieron recorrer 600 kilómetros para hacer conocer su rechazo a la carretera por el TIPNIS, fueron agredidos por los policías; muchas mujeres fueron maniatadas, pues fueron atadas y golpeadas para trasladarlas en buses a sitios desconocidos.
Esta violenta intervención policial se produjo cuando Sacha Llorenti fue ministro de Gobierno de Evo Morales. Tras estos hechos, esa autoridad fue nombrada embajador ante la Organización de Naciones Unidas (ONU), según recordaron en el acto de desagravio.
"Los tiempos de violencia hacia nuestros padres, hijos, esposos, ancianos y nosotras las mujeres durante los 14 años de atropello ya han terminado y en Bolivia comenzó un proceso irreversible de reconciliación entre bolivianos que debemos defenderlo sin odio", señaló la Presidenta.
A nombre de los indígenas, Marcial Fabricano, el líder que en 1990 comandó la primera marcha a La Paz para que se reconozcan los derechos de los pueblos indígenas de las tierras bajas, agradeció el gesto de la Mandataria.